19 abril 2024

¿ATEO, AGNÓSTICO O HEREJE?



 

Domingo 15 de marzo de 2020.

 

- "¿Vos creés?", me preguntó una amiga hace un par de horas
- "La verdad es que me gustaría creer un poco más";, le dije de manera casi lacónica y un tanto descortés, aunque como esto último es casi una característica lamentablemente casi constante de mi personalidad, seguramente no lo tuvo en cuenta.
La charla giró rápidamente hacia otras cuestiones, por suerte, pero quedó girando en mi cabeza hasta la noche, donde las preocupaciones cotidianas aparecen de manera fantasmagórica y se roban el cansancio, o lo transforman en un insomnio largo y tedioso.
¿Creo o no creo? Me pregunté escribiendo esto desde el block de notas de mi baqueteado celular, que vaya uno a saber en que rincón dejó escondido su Word.
Y seguí con lo mismo... me gustaría creer más, capaz que de esa manera uno podría tener más fe en que algunas cosas podrán algún día ser más justas.
Me gustaría creer más viendo menos tragedias, menos sufrimiento, menos desigualdades y sobre todo, fundamentalmente menos injusticias.
Me gustaría saber si creyendo más podría entender por qué y para qué algunos que no lo merecen deben sufrir y padecer tanto; por qué otros, sin importarles nada de nada -incluso incurriendo en algunos de los pecados que enumeran quienes más creen-, tienen más suerte, viven más relajados o son más felices que quienes poseen una empatía que debería alcanzarles para ganar el reino de los cielos.
Me cuestiono, además, no creer más para quizás entender que en algún lugar todo se paga, todo se cobra y todo se recompensa.
Pensándolo bien, creo a esta altura de mi vida que en lo único en lo que creo sin duda alguna es en que todo vuelve, pero que lamentablemente a veces la espera de un tiempo que uno cree justo se hace eterna.
Será quizás que por no creer tanto uno se vuelve omnipotente y puede decidir cuándo y cómo tiene que llegar ese vuelto que alguien debería entregarle a quienes hacen lo incorrecto a sabiendas de que lo es?
Pero..., como hago para empezar a creer si uno pide perdón por el error cometido y otro jamás lo hace?
Como hago para creer, con ganas, con fe, si veo a los más buenos padecer y a los menos gozar?
La respuesta es, se supone, casi obvia. Tal vez no estemos aquí para juzgar quien es quien, sino que esta es tarea de otros y que, es quien está por encima de nosotros quien se ocupa de ello y de poner las cosas en su lugar, casi seguramente en otro lugar.
Lo cierto es que, en esta larga noche aún más me cuesta creer, sintiendo con dolor que a veces aquí y ahora no hay explicaciones de por qué está sucediendo esto, aquelllo y lo otro todo junto, que tanto esfuerzo no vale y que quien más liviano transita va dejando su carga a los demás.
Será una cuestión de ansiedad entonces no saber o no "creer"; justamente en que todo algún día se ordenará o tendrá su explicación?
Debe ser entonces que por no creer demasiado a veces uno no puede percibir la brisa del alivio sobre los pesares de confiar en que algo o alguien nos puso ante estas tristes sensaciones para hacernos entender que es parte de un aprendizaje que nos tiene que llevar a ser mejores personas?
Definitivamete me gustaría creer más, seguramente si lo lograra pensaría menos, disfrutaría más y entendería que hay que dar todo, pero sin esperar nada.

 

René Ghau.