Viernes, 7 de julio de 2017
Entiendo la desesperación que te da cuando algo tuyo se destruye, cuando ves que el fuego va tomando eso que seguramente te costó toda o parte de tu vida construir, porque sos persona, como también lo son los bomberos que corren para salvarte, para salvar todo lo que es tuyo. Sin importar si se salvan ellos o no.
El tiempo que pasa entre que llamás al cuartel y llegan los bomberos, es eterno, no se termina nunca. Pero te aseguro, que mi papá no tarda más de 2 minutos en salir de mi casa y llegar al cuartel, (sí, llega al cuartel en ese tiempo, una locura) y también te aseguro que al minuto sale el autobomba con todos estos héroes adentro. Si tardaran en llegar a destino, será porque se encuentra lejos del cuartel de bomberos.
No es obligación de nadie conocer todo lo que sucede cuando suena la sirena, pero sí hay que tener en cuenta que son PERSONAS, que viven una vida como cualquier otra, y a la vez arriesgan su vida por la de la sociedad.
Hay ejemplos muy simples, como cuando estando en familia festejando un cumpleaños, alguna fiesta, se van sin pensarlo dos veces. Si están cansados o sienten algún dolor físico todo se les pasa al momento que escuchan la sirena. Ellos también tienen accidentes queriendo llegar a otro. Es importante que al escuchar la sirena estés atento a la situación. Seguro te cruzaste con uno alguna vez, que pasaba casi volando y lo puteaste porque no te dejó pasar.
Pensá que iba volando, sin pensar en él sino en ayudar a alguien más.
Quien escribió esta carta a La Trocha Digital tiene a su papá como integrante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Ciudad de 9 de Julio y eligió compartir esta carta con toda la comunidad en forma anónima. Se lo respetamos. Vale la pena. Su papá, es uno de los héroes que cada vez que suena la sirena, pone su vida a disposición de los demás.
