17 junio 2024

El "nuevo" Tecnópolis no pudo arrancar por un posible pedido de coima

La transformación de Tecnópolis, donde la actividad privada mantendría con su desarrollo el parque y su actividad, empezó con una denuncia multimillonaria en su contra.

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que debe custodiar las antiguas carteras de Educación, Trabajo, Cultura y Desarrollo Social, tuvo que despedir nuevamente a dos funcionarios que trabajaban en su organigrama por haberse encontrado con un intento de defalco en la muestra de Tecnópolis, que por decisión del presidente Javier Milei había pasado a ser administrado por el ámbito privado.

Matías Vitale, director de Logística, y Joaquín Wagner, director de Planificación y Programación, volaron por el aire como habitualmente pasa en esa cartera, aunque los motivos aducidos fueron que tenían atrasos y demoras en la ejecución del proyecto en el que iban a instalarse diversas actividades artísticas, muestras y parques al estilo Ital Park.

“Lo de Tecnópolis es mucho más complejo de lo que parece. Los organizadores del “Nuevo Tecnópolis” se están zarpando de vivos”, empezó su relato uno de los funcionarios nacionales que se enteró, el miércoles pasado, cuando vio que hubo un apuro fuera de lo común para presentar los trámites de habilitación del predio”, le consignó a MDZ alguien que tuvo que conocer casi como pocos la transformación entre el tradicional centro recreativo nacional y el que ahora pretenden realizar, que mezcla un mini Ital Park y espectáculos con Flavio Mendoza.

De pronto, Tecnópolis se iba a transformar en Súper Park, un espacio donde la ciencia, la tecnología y diferentes atracciones gratuitas daban paso a varias actividades, todas con un sub-administrador privado que rentaba una predeterminada cantidad de metros cuadrados, con una entrada prevista de $15.000 pesos.

Este viernes al mediodía, este medio recibió una llamada de un participante de una muestra de automóviles especiales que luego de haber llevado su vehículo hasta el predio militar ubicado en la colectora de General Paz y Constituyentes, en Villa Martelli, se enteró que no podía retirarlo dos días después porque no tenía los papeles necesarios para hacerlo.

“Me hicieron entrar con una simple planilla en la que estaba mi nombre y vehículo anotado. La exposición debía haberse abierto el fin de semana pasado, pero nadie sabe bien por qué no sucedió. La argumentación que nos dieron es que no estaban dadas las condiciones por la rotura de un caño por la cual pasaban los cables de luz”, inició el relato Diego, uno de los damnificados por todos estos trastornos.

El daño a las instalaciones del “viejo” Tecnópolis se habría producido cuando se montó la carpa del espectáculo producido por Flavio Mendoza. Sin embargo, la inauguración no se realizaba por otra cosa. Porque “los papeles no estaban como correspondían y nadie se animaba a poner el gancho”, reveló, en un claro castellano, otro testigo privilegiado de todo el entramado en el que participaron directivos de la vieja gestión que aún no habían dejado su lugar de conducción en el predio con los nuevos propuestos por el Ministerio de Capital Humano, en cuyo organigrama se encuentra la Secretaría de Cultura y Educación.

“Hoy, cuando llegamos a las 12 del mediodía, nos informaron que el predio no se iba a abrir por cuestiones climáticas y que se volvía a postergar. A nosotros nos pareció muy raro todo, estábamos medio molestos ya porque los autos se habían ensuciado todos al estar diez días adentro sin pasarles ni un trapo”, continuó con su relato Diego que, como todo amante de su vehículo de colección, casi vive con la misma pasión el cuidado personal que el de su “máquina”.

Desde ese momento, todo se transformó en un caos. Para retirar los autos les exigían a sus dueños, que habían entrado con su nombre anotado en una planilla, que les entregaran seguros personales y de caución que no tenían ni antes les habían solicitado. “Nos dijeron que desde Nación apareció la orden de frenar la muestra y clausurar todo el predio”, relató.

En el medio, quien consiguió el espacio para la muestra de los vehículos especiales, dicen, pagó un monto que supera los $20 millones de pesos y, repentinamente, le solicitaron $82 millones. “Después nos decían que era culpa de la Municipalidad que no los habilitaban… Por fin, a las 15, empezamos a sacar los autos luego que cada uno utilizara sus contactos personales para hablar con alguien que pudiera incidir en el tema”, terminó su nervioso comentario.

Al parecer, los organizadores del nuevo" Tecnópolis nunca tuvieron las autorizaciones nacionales o municipales por el simple hecho que “se había armado un bardo de tal dimensión que de lo único que se hablaba era de guita”, le dijo a MDZ el funcionario que tuvo la posibilidad de empaparse del tema cuando el escándalo ya había escalado, en la jornada de ayer.

Los expositores sospecharon cuando no los dejaban ir del predio de Súper Park

 

También algunos damnificados escalaron de nivel e iniciaron una acción penal contra la organización gubernamental, en la que se confirma, según los relatos de varios testimonios, que "el pedido de dinero lo realizaron los organizadores”.

Algo había olfateado sobre la transformación de un lugar público a uno privado, con menos ciencia y más divertimento, el senador nacional Oscar Parrilli, uno de los encargados en su momento de gestionar los espectáculos que organizaba el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en su anterior mandato presidencial.

“Me he enterado que lo quieren transformar en un parque de diversiones”, le comentó, irónico, al aún jefe de Gabinete de ministros Nicolás Posse, cuando este fue a la Comisión especial de seguimiento hace diez días. Para los entendidos, Parrilli fue, más que irónico, capcioso. Presumía, en ese momento, una relación directa entre los administradores del nuevo Ital Park y el funcionario casi despedido del gobierno.

El exministro de Cultura Pablo Avellutto también criticó el nuevo proyecto de Súper Park, al que calificó como una “berretada”, en declaraciones brindadas al diario La Nación.

La gestión de Pettovello, a través del secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, ordenó la remoción de parte del directorio del Parque Tecnópolis tras detectar irregularidades en procesos administrativos y se presentó como denunciante junto con los damnificados feriantes que iban a participar del "nuevo" Tecnópolis.

“Esta gestión mantiene su intención de volver solvente el Parque que le costaba a los argentinos más de 1000 millones de pesos por solo dos meses de funcionamiento. El objetivo seguirá siendo que no demande gasto público”, dijo Cifelli.