27 abril 2024

Desarrollan una vacuna para prevenir y tratar una conocida enfermedad

Ya fue probada con éxito en ratones y está siendo analizada en monos y perros. En Argentina se estima que hay 1,3 millones de personas infectadas con Chagas.

Un equipo de investigadores del Conicet fue distinguido con el Premio César Milstein 2023 y la Fundación Pablo Cassará, por un proyecto para el desarrollo de una vacuna profiláctica y terapéutica contra la enfermedad de Chagas.

El proyecto, denominado CRUZIVAX, cuenta con un importante financiamiento de la Comunidad Económica Europea (destinó 8.4 millones de euros), e incluye la colaboración de diez grupos de investigación de siete países de Europa.

“Es muy importante desarrollar desde Argentina una vacuna contra el mal de Chagas, porque al ser una enfermedad muy olvidada -está prácticamente limitada a Latinoamérica y afecta principalmente los pobres-, no hay empresas que estén dispuestas a invertir el dinero que se necesita para su desarrollo; posiblemente porque no reporta suficientes beneficios. Entonces, si no nos ocupamos nosotros, probablemente no se ocupe nadie”, indicó Emilio Malchiodi, líder del proyecto, investigador del Conicet y director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral profesor Ricardo Margni.

Se calcula que entre 7 y 10 millones de personas en el mundo están infectadas por este parásito, la gran mayoría de las cuales se concentra en zonas endémicas de 21 países América Latina, incluida el centro y el norte de la Argentina, donde tiene su mayor incidencia. Además, Margni señaló que en Argentina se estima que hay 1.3 millones de personas infectadas y cerca de mil bebés por año contraen la infección por la vía materno-fetal.

El Chagas es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, cuya infección se transmite principalmente a través del Triatoma infestans, un insecto conocido como vinchuca, que se alimenta de la sangre de mamíferos silvestres, domésticos y seres humanos. Cabe recordar que, además de la vía vectorial, la infección también puede trasmitirse mediante donaciones de sangre y órganos, de madres a hijos (vía congénita) y a través de la ingesta de alimentos contaminados por el parásito.

Se estima que esta patología tiene en el mundo unos 56 mil nuevos casos cada año y produce más de 10 mil muertes. En tanto, unas 100 millones de personas se encuentran en riesgo de infección y anualmente unos 9 mil bebés heredan la enfermedad de sus madres.

Actualmente, la enfermedad puede tratarse con los medicamentos benznidazol y nifurtimox, que son muy eficaces para eliminar al parasito al comienzo de la infección. Pero sus resultados disminuyen en la fase crónica que es cuando se diagnostican la mayoría de las infecciones: es decir, cuando el parásito ya se encuentra refugiado en los tejidos musculares y no tan expuesto a la acción de los fármacos.

En los pacientes crónicos, el tratamiento antiparasitario puede frenar la progresión de la enfermedad y evitar la transmisión de madre a hijo: Sin embargo, en cerca de un tercio de estos pacientes tiene como efectos secundarios alteraciones cardíacas y en un 10%, alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas. Hasta el momento, no existe una vacuna probada para evitar la infección o tratarla.

El equipo de Malchiodihace hace dos décadas que acumula experiencia en la búsqueda de desarrollar una vacuna contra el Chagas. Foto: CONICET / Verónica Tello.

 

El equipo de Malchiodi en el Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral y en el Instituto de Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica hace ya dos décadas que acumula experiencia en la búsqueda de desarrollar una vacuna contra la enfermedad de Chagas. El objetivo es evitar que ocurran nuevas infecciones como tratar a las personas que conviven con el parásito.

CRUZIVAX tuvo su punto de partida en junio de 2019 y al poco tiempo se vio momentáneamente interrumpido por la pandemia de COVID-19 y las medidas de aislamiento y distanciamiento social. No obstante, dado el estado de avance, Malchiodi espera que la vacuna pueda comenzar a ser probada en seres humanos dentro de los próximos dos años. En este momento, el candidato vacunal ya fue probado con éxito en ratones y está siendo analizada en monos y perros.