29 marzo 2024

Megaestafa en Mercedes: el 10% de los vecinos fueron damnificados

Investigan al "Cositorto mercedino": Estafó al 10% de la población de Mercedes por casi 35 millones de dólares.

 

La Justicia investiga el caso del "Cositorto mercedino", el dueño de una casa de electrodomésticos que estafó a 1.700 personas por casi 35 millones de dólares. Todo se descubrió después de que el hombre, identificado como Néstor De Gruttola, se suicidó el 8 de junio pasado.

De Gruttola era un reconocido comerciante del municipio de Mercedes. Su negocio también como una financiera paralela. Los vecinos invertían dinero para que él destinara a préstamos personales y, a cambio, ofrecía retornos de entre el 5% y el 10% en pesos y dólares.

Tras su muerte, se descubrió que todo se trataba de una estafa piramidal y el hombre no tenía plata para pagarle a los ahorristas. En su libreta figuraban unos 1.700 nombres, pero estiman que estafó a unas 6 mil, es decir, a casi el 10% de la población de Mercedes.

Los investigadores creen que se suicidó porque ya no podía sostener la estafa, que duró décadas. El monto total de la deuda, que ahora recayó sobre su viuda, se calcula entre 4 y 35 millones de dólares. Los bienes de la sucesión solo alcanzarían para cubrir un millón.

Néstor De Gruttola era propietario de la reconocida Casa De Gruttola, ubicada en Avenida 2 y 19, una de las tiendas de electrodomésticos más famosas de Mercedes. La noticia de su trágica muerte, conocida el pasado 8 de junio, generó conmoción en toda la ciudad.

Para la familia la noticia fue un cimbronazo. Es que a los pocos días, comenzaron a encontrarse con los reclamos de los vecinos que se acercaban a preguntar por su dinero, llevando las chequeras que Néstor había firmado en vida prometiendo los retornos.

La gente comenzó a citarse en la puerta del local, pidiendo el dinero. Según contó el abogado de la viuda al medio local MercedesYa, actualmente el negocio y la casa de la familia tienen custodia policial por las amenazas de los damnificados que perdieron la paciencia.