19 abril 2024

Aseguran que cenar temprano alarga la esperanza de vida

Comer temprano y controlar los horarios de las comidas previene enfermedades y mejora la esperanza de vida.

Ya son varios los estudios que se han ido publicando a lo largo del tiempo que indican que la ingesta calórica temprana prolonga la longevidad, es decir, cenar más temprano e ingerir menos calorías luego, a la hora de irnos a dormir.

A través de las redes sociales distintos profesionales, nutricionistas y deportistas han compartido esta visión, respecto de restringir la ingesta calórica o de los famosos “ayunos intermitentes” sin embargo, siempre recomiendan consultar con un profesional que nos vaya acompañando para tener una ingesta de nutrientes adecuada y en los horarios correctos que nuestro cuerpo necesita.

Respecto de esto, un estudio realizado por el Centro Médico Suroeste de la Universidad de Texas (USA), y publicado por Science, ha colaborado recientemente con evidencia sobre la importancia de alinear la alimentación con los horarios de nuestras rutinas.
Este estudio se realizó en un grupo de ratones, los cuales fueron divididos en seis grupos: uno de control (que podía comer lo que quisieran cuando quisieran) y los otros con horarios de ingesta calórica.

Gracias a este estudio pudieron observar que los grupos de ratones que tenían restricción horaria para alimentarse tendían a vivir mucho más tiempo que aquellos que no seguían ninguna dieta, es decir, el grupo de control. En promedio, aquellos grupos de ratones controlados vivían un 10% más que aquellos que no.

También se encontraron beneficios similares en otros aspectos como la sensibilidad a la insulina además de la regulación en los niveles de glucosa en sangre de aquellos ratones que sí seguían restricciones horarias para comer en relación a los que no.

En conclusión, el control conduce a un envejecimiento mucho más sano y con probabilidad de contraer menos enfermedades, ya que esta restricción horaria en la ingesta calórica también retrasa la activación de los genes relacionados con los procesos inflamatorios , que van ocurriendo con la edad. Por ende un control sobre nuestros horarios, y cenar más temprano, podría conducirnos a una mejor vejez.