Nuevas variantes del coronavirus continúan apareciendo alrededor del mundo aún a pesar del avance de la vacunación. La más reciente en esparcirse en otros países y despertar la alarma en las autoridades sanitarias es la cepa Delta. Se trata de una mutación que se originó en la India y ya se encuentran casos en los Estados Unidos y el Reino Unido.
Conocida también como B.1.617.2 es una de las ocho cepas que se registraron desde que comenzó la pandemia. Su impacto generó una oleada de contagios récord en el país de origen y retrasó el levantamiento de las restricciones por cuatro semanas en territorio británico.
Ante esta amenaza, surge la incógnita de la eficacia de las vacunas ante esta nueva mutación. Según investigaron científicos del Reino Unido de la Public Health England, las dosis de Pfizer y Moderna podrían llegar a tener la misma capacidad ante la variante.
Sería de un porcentaje alto, con 88% para Pfizer y con un 60% para las vacunas de AstraZeneca. Para esta última, el nivel se registró apenas dos semanas después de ser aplicada la segunda dosis. De esta manera, certificaron que la segunda aplicación es de vital importancia para la inmunización contra las mutaciones.
En el documento publicado por la institución, también se especificó que la Johnson & Johnson cuenta con la misma capacidad que la de AstraZeneca. “Tenemos las herramientas para controlar esto y vencerlo. Solo debemos utilizarlas”, expresaron en la investigación las autoridades sanitarias.
