Aunque con fin loable, la iniciativa ya despertó polémica. Es que el Ejecutivo provincial busca que comercios, supermercados y empresas donen los alimentos que no pueden vender, por diferentes razones, al público en general.
Martes 6 de agosto de 2019.
En ese marco, las autoridades del Ministerio de Agroindustria bonarerense llegaron a un acuerdo con Nilus y el Mercado Central para facilitar la aplicación de tecnologías digitales a la operatoria del mercado, favoreciendo la donación de alimentos a comedores sociales.
Nilus, fundada en 2016 por dos estudiantes de maestría de la Universidad de Harvard, fue galardonada con el premio Desafío Google 2017 y recientemente reconocida como una de las Ideas que Cambiarán el Mundo (World Changing Ideas) por la revista Fast Company.
En Argentina, trabaja en alianza con los Bancos de Alimentos de Rosario y Mar del Plata, donde testearon la tecnología y han facilitado el rescate más de 350.000 kilogramos de alimentos. El funcionamiento de la plataforma es simple: conecta a comedores sociales con donantes de alimentos (como supermercados) a través de una red de transportistas.
De esta manera, evita que los comestibles en buen estado terminen en la basura. En medio de la grave crisis económica que vive el país y el aumento de los índices de pobreza, en tanto, la medida genera una fuerte polémica sobre los alimentos que llegan a la mesa de los que más lo necesitan.
Según explican, a través de una aplicación y sobre la base de una plataforma de colaboración, un productor, una empresa distribuidora de alimentos, un hotel o hasta un restaurante, pueden informar sobre la existencia de alimentos para ser donados y Nilus organiza la logística del transporte de esos alimentos a través de su red de choferes habilitados.
Según cálculos de la organización, el 85% de la gente que padece de subalimentación podría salir de esta situación utilizando productos rescatados. En concreto, en la Provincia la ONG dispondrá de su aplicación para facilitar la distribución de donaciones provenientes del Mercado Central, ubicando los alimentos en cocinas comunitarias y organizaciones sociales que alimentan a personas con bajos ingresos.
En ese sentido, el presidente de Nilus, Ady Beitler, aseguró que el principal objetivo de la organización es promover la alimentación saludable a través del rescate de alimentos que están por ser desperdiciados. “Tenemos que seguir trabajando en una agroindustria con foco social, ya que el país puede producir alimentos para 600 millones de personas y Buenos Aires puede hacerlo para 300 millones porque somos el 50% de la agroindustria del país.
El compromiso de la gobernadora (María Eugenia) Vidal y su equipo es seguir acompañando estas nuevas formas de visibilizar la acción del Ministerio de Agroindustria en formar capital social”, señaló el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un 34% de la comida que se produce en América Latina se desperdicia cuando aún está en “perfecto estado”. Esto equivale a 127 millones de toneladas de alimento por año, en una región donde 42 millones de personas sufren de hambre.
