25 abril 2024

OMS: LOS “PELITOS” NO MOLESTAN

doctores

Martes 8 de noviembre de 2016.

Todo paciente que vaya a ser sometido a una cirugía debe bañarse previamente, la zona donde se realice la incisión no debe ser depilada, y los antibióticos deben administrarse antes de la operación no después, según unas nuevas directrices para evitar infecciones en el quirófano publicadas este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Las Directrices Mundiales para la Prevención de las Infecciones Quirúrgicas son un nuevo compendio de normas que sustituyen todo lo sugerido anteriormente y que están basadas en evidencias científicas, según explicaron expertos de la OMS en teleconferencia.

Elaboradas por veinte expertos, establecen 29 recomendaciones específicas sobre cómo evitar infecciones en el quirófano.

Una de las principales sugerencias es obtener una óptima higiene corporal, pero evitar depilar o afeitar la zona donde se vaya a realizar la operación, una práctica muy expandida.

"Afeitar es totalmente desaconsejado en todo momento, sea en el preoperatorio o en el quirófano", rezan las directrices, que añaden que si no hay más remedio que depilar para poder operar, el proceso se lleve a cabo con una máquina de cortar el cabello y no con una cuchilla.

"Tras una intensa revisión de las evidencias, se llegó a la conclusión de que no hay un beneficio claro en depilar", subrayó Ed Kelley, director de departamento de Seguridad de la OMS, quien explicó que los micro-cortes que eventualmente se pueden hacer son posibles nuevos focos de infección.

Otra de las principales recomendaciones es administrar antibióticos antes de la operación, no después.

"Lo óptimo es administrar el antibiótico 120 minutos antes de la operación, porque la evidencia muestra que es cuando es más efectivo. No hay pruebas de que funcione después", indicó Kelley.

Los antibióticos son medicinas usadas para evitar y tratar infecciones causadas por bacterias. La resistencia a estos fármacos surge cuando la bacteria cambia en respuesta al uso de esos medicamentos, y el uso abusivo acelera el proceso.

"Lo que recomendamos es el uso de los antibióticos en las cirugías más importante y que no se utilicen en las menores", afirmó, por su parte Sally Davies, una de las expertas que ha participado en la elaboración de las directrices.

La resistencia a los antibióticos se está expandiendo paulatinamente en el mundo poniendo en riesgo el uso de estos fármacos y haciendo muy peligrosos procedimientos médicos corrientes. Precisamente, las infecciones quirúrgicas son causadas por bacterias que se introducen en las incisiones hechas durante la operación.

En países de ingresos medios o bajos, un 11% de los pacientes que se someten a una cirugía se infecta durante el proceso.

No obstante, las infecciones quirúrgicas no son un problema exclusivo de los países en desarrollo. En EEUU, por ejemplo, contribuyen a que los pacientes pasen 400.000 días extra hospitalizados a un costo estimado de u$s 900 millones al año.

"Al aplicar estas nuevas directrices, los cirujanos pueden reducir el daño, mejorar la calidad de vida, y contribuir a detener las expansión de la resistencia a los antibióticos", aseguró Kelley, quien subrayó que estas infecciones son casi enteramente evitables.

Programas piloto realizados en varios países africanos mostraron que implementar estas nuevas directrices puede reducir hasta un 39% las infecciones durante las cirugías.