19 abril 2024

LOS ERRORES DE "SALIR A CORRER"

Los especialistas identifican distintas clases, entre ellos los de principiante y los de alimentación

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Viernes 7 de octubre de 2016.

Salir a correr está de moda. Cada vez hay más gente que lo hace y pocos dudan de que la actividad reporta innumerables beneficios, tanto para la salud física como para mejorar la calidad de vida y el ánimo del que la practica. Pero es frecuente que el beneficio alcanzado no sea el óptimo a raíz de pequeños errores que comete el “runner” al encarar su rutina.

Los especialistas, que conocen esos errores, los clasifican según distintas clases.

Están los propios de quienes recién empiezan, los que se convierten en una costumbre, y los vinculados a la alimentación.

Identificarlos resulta el primer paso para resolverlos y obtener los mayores beneficios.

Para la ultramaratonista platense Susana Segurel la forma de evitar estos errores es encarar, desde el inicio, la actividad con una buena preparación y buena información, consultando a deportólogos y profesores de educación física y haciéndose todos los estudios médicos necesarios para evitar cualquier inconveniente (ver aparte).

LOS DISTINTOS TIPOS DE ERRORES

Entre los considerados “errores de principiante”, uno de los más comunes es inspirado por un exceso de entusiasmo de los que salen por primera vez. Y consiste en tratar de hacer demasiado en muy poco tiempo.

Sin una buena planificación, el corredor novato puede plantearse una meta que no está en condiciones de alcanzar, con lo cual incrementa el riesgo de lesiones y de frustración.

Otro error clásico del corredor que recién se lanza a la actividad es el de no respetar los tiempos de recuperación. Para eso hay que establecer una planificación cuidada, que establezca los días de la semana en que se va a correr y los ejercicios previos necesarios para comenzar a hacerlo, como los de estiramiento.

Otro error típico que los especialistas conocen muy bien es el de elegir mal el calzado.

El corredor novato se entusiasma al salir a comprar la indumentaria con la que va a empezar la actividad y cuando llega el momento de elegir las zapatillas, un elemento fundamental, suele poner el criterio estético y la moda por delante de la funcionalidad de las zapatillas elegidas.

Este es un error tan usual, que los expertos no dudan en subrayar la necesidad de elegir un calzado práctico y cómodo. Pero tampoco irse al otro extremo y salir a correr con calzado diseñado para otro tipo de deportes. Se recomienda comprar un calzado específico para correr, pero que cumpla la condición de ser confortable y funcional.

Otros errores se pueden encontrar tanto en el corredor novato como en el habituado. Uno de ellos es el de creer que “el dolor es esfuerzo”, y por esa razón, restarle importancia a incomodidades que pueden estar advirtiendo que algo no está yendo bien, Los especialistas recomiendan que ante una sensación dolorosa siempre se piense que se está frente a una señal de alarma.

MITOS Y COSTUMBRES

Algunos errores obedecen a mitos muy arraigados. Por ejemplo, uno de ellos es el de abrigarse para correr suponiendo que eso va a redundar en una mayor o más rápida pérdida de peso.

Ante esta costumbre, los expertos indican que transpirar no tiene relación con bajar de peso y que salir a correr con abrigos o fajas no sólo no va a mejorar las posibilidades de bajar de peso, sino que puede aumentar sensiblemente el riesgo de deshidratación en el corredor.

Este error se da tanto en nuevos corredores como en otros habituados desde hace tiempo a practicar la actividad.

Existe otra falla que es común a nuevos y antiguos runners. Y es la de obsesionarse con el resultado de la actividad al punto de dejar de disfrutarla.

Por último, los especialistas describen otros errores, que se vinculan con la alimentación.

Entre ellos describen uno muy común entre nuevos y antiguos corredores, como el de saltearse el desayuno o incluso comidas principales el día que se corre.

Otro de los errores es el de descuidar la alimentación saludable creyendo que, porque se corre, ya se pueden tener licencias como para flexibilizar la dieta y darse más “permisos”.

Por último, otro de los problemas sobre los que advierten los especialistas, es la costumbre de no hidratarse adecuadamente, un hábito tan frecuente como peligroso.