23 abril 2024

Insomnio: UNA EPIDEMIA GLOBAL

Los trastornos del sueño ya se consideran una epidemia global -  Aseguran que una mala respiración mientras dormimos puede provocar hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad coronaria, entre otras patologías.

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Lunes 4 de abril de 2016.

Los problemas del sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de hasta un 45 % de la población.

El neumonólogo Carlos María Franceschini, coordinador de Laboratorio de Sueño y Respiración del Hospital Cosme Argerich, explicó que cuando se habla de "calidad de sueño" es necesario "tener en cuenta algunas de sus características: que tenga una duración suficiente, la continuidad de los ciclos de sueño sin interrupción y la profundidad que permita obtener un sueño reparador".

Franceschini señaló que "un sueño adecuado es aquel que da lugar a un nivel satisfactorio de alerta durante las horas que permanecemos despiertos, la cantidad de horas de sueño necesaria por día, depende de múltiples factores ambientales, genéticos y sociales".

"Sin embargo, la restricción crónica del sueño (dormir entre 4 y 7 horas diarias) resulta en un aumento de la somnolencia diurna y genera cambios en la conducta que empeoran a medida que dormimos menos".

Agregó que "respirar regularmente durante el sueño es fundamental para el bienestar y la salud".

Dijo que "los trastornos de la respiración durante el sueño (denominado SAHOS) pueden provocar hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, hipotiroidismo y síndrome metabólico".

Y también obesidad, incremento de la edad, menopausia, alteraciones de la anatomía craneofacial y del cuello, hipotiroidismo y también el uso de sedantes, tabaquismo y alcohol".

"Además, son un factor de riesgo para trastornos mentales como depresión y ansiedad. A su vez, el control de estos trastornos mejora la calidad de sueño. La incapacidad para obtener la calidad del sueño deseada puede conducir a cuestiones como falta de atención, disminución de la concentración y del rendimiento académico, y aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos".

Franscechini comentó que "están actualizadas y publicadas las directivas, donde se describe la relación entre, la somnolencia diurna, la apnea del sueño y el riesgo de conducir".

"El SAHOS es el trastorno medico más común que causa somnolencia diurna excesiva y, conduciendo, el riesgo de somnolencia aumenta dos o tres veces", agregó.