Lunes 8 de Febrero de 2016.
El inglés que vio la veta: les vende, caro, aire puro a los chinos. Lo recoge en las zonas menos contaminadas de su país y lo envasa en frascos como para mermelada.
Leo De Watts, un inglés de 27 años, se está haciendo rico con un negocio muy particular: vender frascos llenos de aire.
Este visionario comenzó su negocio hace poco y ya está teniendo muy buenas ganancias, además de la gran repercusión mediática por lo insólito de su idea.
Leo y su equipo se encargan de recorrer diversas áreas de su país donde se puede hallar aire muy puro, lo juntan con unas redes enormes, lo vuelcan en unos frascos de vidrio, y los envían al exterior para que en todo el mundo se pueda disfrutar de "un respiro de aire fresco".
China es donde el producto ha tenido mayor éxito, sobre todo en Beijing y Shanghai. Claro: se trata de uno de los países con mayor emisión de dióxido de carbono del mundo. En el sitio web de Aethaer se ofrecen frascos, que son del tamaño de una mermelada grande, de diversos sitios como Dorset, Somerset, Wales, Wiltshire y Yorkshire.
Según este hombre de negocios, la idea está pensada para que habitantes de ciudades donde el aire está altamente contaminado puedan darse el gusto de tomar una bocanada de aire limpio. Pero la compra de aire es un lujo que no todos pueden permitirse: el precio del frasco de aire no baja de los 116 dólares. Y para el nuevo año chino, la compañía Aethaer ha decidido sacar un "especial de Año Nuevo", a 1287 dólares el frasquito.
