28 marzo 2024

Mal de Fiestas: LA RESACA

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Viernes 1ero. de enero de 2016.

Todos conocemos a una de esas personas capaces de beber cuanto quieren sin sufrir la principal consecuencia de ese acto: la resaca.
Mientras la mayoría de la gente pasa la mañana posterior a la gran fiesta etílica sufriendo entre sábanas, algunos despiertan frescos, como si se hubieran acostado temprano y sin tomar nada más que un vaso de leche.
Pero esos bebedores a prueba de resacas no son tan excepcionales.
Varias encuestas sugieren que el 25% de las personas son inmunes al exceso de copas.
Pero, ¿cuál es su secreto?
¿Es cuestión de buenos genes, de saber elegir la bebida, o de alguna cura milagrosa?
Cuestión de química
Los científicos no empezaron a estudiar este fenómeno hasta hace unos cinco años.
"La resaca era vista como un mecanismo que ayuda a no beber de más", explica Richard Stephens, de la Universidad de Keele, en Inglaterra.
La mayoría sufre entre sábanas el día después de una noche de exceso etílico.
Por ello, los científicos no prestaban atención al tema, dice el experto.
Esa es la razón por la que abunda el folclore y no existen apenas evidencias científicas sobre la resaca.
Pero Stephens quiso terminar con los mitos y el desconocimiento, y fundó junto a otros expertos el Grupo de Estudios sobre la Resaca Alcohólica (AHRG, por sus siglas en inglés).
Una de las cuestiones que siguen sin estar claras es la causa de la resaca.
Hasta hace poco se creía que la principal culpable era la deshidratación— como diurético, el alcohol nos haría perder líquidos—.
Pero evidencias recientes sugieren que la deshidratación juega en esto un papel pequeño.
No es con agua, la mejor forma de evitar la resaca es…
Por el contrario, el problema parece residir en la química de las bebidas.
El proceso de fermentación del alcohol genera también residuos tóxicos.
El proceso de fermentación produce alcohol pero también otras sustancias tóxicas.
Son los que proveen a las bebidas de un tono más oscuro.
Esto explicaría por qué el whiskey causa una resaca peor que el vodka.
Y también por qué mezclar bebidas es una pésima idea, ya que cuanto más variados son los cócteles, más diversas son las sustancias tóxicas que se ingieren.
¿Realmente mezclar bebidas alcohólicas da resaca?
Algunas horas después de haber ingerido alcohol, éste se transforma en acetaldehído y después en acetato.
Esas sustancias producto del metabolismo del alcohol son las que causan las náuseas, los sudores y el pulso acelerado típicos de las resacas.
El alcohol y sus derivados también pueden generar problemas en el sistema inmunológico e inflamaciones.
"Cuando tenemos una resaca fuerte sentimos hinchazón", explica Stephens en referencia a lo anterior.
Esta inflamación también tienen lugar en el cerebro y contribuye al dolor de cabeza.
Y esto, combinado con el índice glucémico bajo y el cansancio, contribuye al mal humor tan típico de las mañanas resacosas.
Normalmente la resaca se suma al cansancio, y por eso puede llegar a ser tan terrible.
Al menos eso es lo que le ocurre a la mayoría de la gente tras una noche de copas.
Pero uno de los mayores misterios que rodea a la resaca y desafía a los científicos es por qué un cuarto de los bebedores asegura que nunca sufre ese mal.
Tal vez se deba a un beneficio genético.
Hay estudios que apuntan a ello.