Especialistas relativizaron la propuesta del diputado nacional Julio Cobos sobre la modificación del huso horario como forma de ahorro energético.
En los últimos días se conoció que el diputado nacional Julio Cobos volvió a la carga con un viejo proyecto: cambiar el huso horario como forma de ahorro de energía. La iniciativa se da en medio de un fuerte aumento del servicio que sufren los hogares y sectores industriales a partir de la decisión del presidente Javier Milei de quitar subsidios.
Según el exvicepresidente de la Nación, además del ahorro energético la modificación del huso horario también traería aparejado beneficios en la educación y mejora en el aprendizaje de los alumnos. En este sentido, se apunta a mover el huso de -3 a -4 en el horario de otoño a invierno para poder aprovechar la luz natural.
"Argentina hoy tiene una de las mayores diferencias entre la hora solar y la hora oficial, lo que afecta no solo al consumo de electricidad sino también al desempeño escolar. Necesitamos lograr una mayor coincidencia entre la hora solar y la oficial", explicó Cobos.
Sin embargo, los especialistas no están tan convencidos del planteo y manifestaron cuestionamientos. Para el el ingeniero José Stella, especialista en temas energéticos y docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Santa Fe el "proyecto está flojito de papeles".
Según explicó se vuelve a insistir con lo mismo a partir de la falta del análisis a conciencia sobre el cambio horario y las necesidades de la Argentina. Para Stella la iniciativa carece de fundamentos ya que se enfoca en la parte eléctrica y no energética. "En la actividad económica el cambio horario está involucrado el gas, combustible, logística, entre otras cosas". Y agregó: "Desde el punto de vista energético no se puede concluir de que implica un ahorro".
Argentina se mantuvo entre 1920 y 1969 en el huso horario -4, el que le corresponde según el Sistema Internacional de los Husos Horarios, sin embargo con el tiempo comenzaron los cambios para tener más luz solar en el invierno y pasamos al huso -3 de forma permanente.
"La hora oficial comienza a contarse desde el Observatorio de Greenwich, que queda en Londres", explicó Jorge Coghlan, docente y director del Centro Observadores del Espacio de Santa Fe. Y agregó: "Nosotros, hacia el oeste, el uso que le corresponde a la Argentina es el huso -4", afirmó Coghlan, coincidiendo con lo propuesto por Cobos.
Sin embargo, Coghan coincidió con el ingeniero Stella en que nunca se pudo determinar fehacientemente si el cambio permite ahorrar energía. "El tema del ahorro de energía nunca se pudo comprobar y estamos totalmente contaminados de iluminación, a punto tal de que ya ni se ven estrellas importantes en el centro de la ciudad".
Huso horario: ventajas y desventajas del cambio
Cambiar el huso horario puede tener varios efectos tanto positivos como negativos, y su impacto depende en gran medida de la situación y las necesidades específicas de cada región o país. Aquí hay algunas consideraciones sobre los posibles beneficios y desventajas:
Beneficios
- Aprovechamiento de la luz solar: Al ajustar el huso horario, se puede aprovechar mejor la luz del día, lo que puede resultar en un ahorro de energía al reducir la necesidad de iluminación artificial durante las horas de luz natural. Esto es particularmente útil en regiones donde la luz solar varía significativamente a lo largo del año.
- Sincronización con horarios de trabajo y escolares: Cambiar el huso horario puede alinear los horarios laborales y escolares con los patrones naturales de luz, lo que puede aumentar la productividad y mejorar el bienestar al reducir la fatiga y el estrés asociados con los cambios de horario abruptos.
Desventajas
- Disrupción de los ritmos biológicos: puede perturbar los ritmos circadianos de las personas, lo que puede causar problemas de sueño, fatiga y dificultad para concentrarse. A su vez provoca efectos negativos en la salud y el bienestar a corto y largo plazo.
- Costos administrativos y logísticos: implica costos administrativos y logísticos para actualizar sistemas informáticos, horarios de transporte, calendarios y comunicaciones, lo que puede resultar en inconvenientes y gastos adicionales para empresas y organizaciones.
- Confusión y falta de uniformidad: especialmente en áreas donde se aplican diferentes políticas de cambio de horario, lo que dificulta la coordinación de actividades y la planificación.
