La tendencia se da post devaluación y fiestas de fin de año. Ahora resta ver hasta qué punto se traslada a las góndolas.
La hacienda en pie bajó su precio en el Marcado de Cañuelas, mientras que algunas verduras hicieron lo mismo en el Centrakl, aunque otras subieron. Ahora la incógnita es si esos movimientos se trasladarán en los precios al público y en qué proporción.
La tendencia decreciente en Cañuelas comenzó a sentirse en los primeros días después de las devaluación del 118% en diciembre y las fiestas de fin de año, cuando los incrementos que habían alcanzado picos máximos comenzaron a no ser convalidados el mercado.
En el caso de las carnes, la devaluación se trasladó inmediatamente a los consumidores finales, ya que las carnicerías vendían el kilo de asado alrededor de $8.000, y se hablaba de que podría alcanzar fácilmente los $12.000 pesos el kilo.
Informes del INDEC detallan que la inflación de alimentos en el Gran Buenos Aires obtuvo un 29,5% mensual en diciembre, mientras el ítem de carnes experimentó un aumento promedio del 36% en ese período.
El precio del kilo de asado subió 43%, equivalente a $5.195,96, mientras que la carne picada aumentó 34% ($3.142,87), la paleta 38,4% ($4.782,70), el cuadril 42,8% ($6.034,42) y la nalga 40,3% ($6.301,84).
A partir de enero, luego de las festividades, comenzó un período de ralentización de los precios de las carnes probablemente causada por baja de la demanda.
El Instituto Argentino de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) informó un aumento promedio en los precios de carnicerías y supermercados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 40,9% con respecto a noviembre, y una variación interanual significativa del 307,3%. Las subas más notorias se registraron en la falda (51%), el asado (45,4%) y el matambre (42,7%).
En las cadenas de supermercados se observa una tendencia a la baja desde el inicio del mes. Los principales hipermercados revelaron un aumento del 4,4% en los precios de la carne durante la primera semana de enero.
Sin embargo, se evidencia una desaceleración, llegando al 0,31% en la segunda semana. En diciembre, la primera semana registró un incremento del 6,4%, en la segunda semana, el aumento fue del 7,6% y en la tercera semana fue cuando se observó el considerable incremento llegando al 15,3%. Esta situación fue influenciada por la devaluación, repercutiendo en la última semana del 2023, con una suba del 7%, según el informe.
Por un lado, el sector ganadero enfrentará el desafío de su recuperación luego del impacto relevante de la sequía histórica de público conocimiento, que afectó directamente a la industria y, en consecuencia, al país.
Además, los sectores industriales y comerciales deberán afrontar la probabilidad de una baja en el consumo interno, la producción y las exportaciones.
Por el lado de las verduras, el Mercado Central de Buenos Aires informó que esta semana ingresaron el repollo y la acelga a los precios destacados mayoristas. El repollo se estableció a $150 el kilo, mientras que el paquete de acelga se vende a razón de $340.
Ambos productos provienen del cinturón verde de Buenos Aires y algo de Mar del Plata.
Además de los nuevos ingresos, también bajaron de precio la papa y la lechuga capuchina. La papa volvió a bajar su precio a $275 el kilo, ya que incrementó la oferta con ingresos de nuevos de General Belgrano (Buenos Aires) y algo de Mendoza. La lechuga capuchina se vendió a $280 el kilo, un 5% menos que la semana pasada.
Los demás productos mantienen su estabilidad, como es el caso del zapallito que continúa a $300, el pepino que cerró a $220; la berenjena a $400. Otro producto de estación que se mantiene en su precio es el durazno, la fruta de carozo que continúa a $800, proveniente de Jujuy y Buenos Aires.
Por otra parte, varios productos continúan con buen volumen de ingresos: como por ejemplo, la cebolla comercial que sigue a $230 por kilo; la remolacha -proveniente de Buenos Aires- también se mantiene a $140.
También hay referencia de precio en el zapallo anco a $250 y en la zanahoria, que se mantiene a $400 por kilo. Por su parte, el tomate redondo sigue igual que la semana pasada a $300 el kilo.
En contraste, la sandía aumentó un poco a $310, ya que finalizaron los ingresos desde Corrientes y recién comienza a entrar. Y tuvo un alza notable en su precio por disminución de la oferta a berenjena, que llegó a $400.
