Diego Cocuzza es presidente de la organización No Nos Cuenten Cromañón y como todos los años harán un evento en el Obelisco para homenajear a quienes perdieron la vida en la mayor tragedia del rock nacional. “Hay que construir a través del dolor”, sostuvo.
Este sábado se cumplen 19 años de la masacre de Cromañón, la mayor tragedia del rock nacional. Aquella fatídica noche del 30 de diciembre de 2004 murieron 194 personas y miles resultaron heridas con secuelas que siguen hasta el día de hoy, por un incendio ocurrido durante un recital de Callejeros en el boliche de Once, donde hoy funciona un santuario.
Diego Cocuzza, sobreviviente y presidente de la organización No Nos Cuenten Cromañón, aseguró que después de tantos años del hecho, “se puede construir a través del dolor”. Ellos lo hacen con la música, ya que todos los aniversarios convocan a distintas bandas de rock para recordar a las víctimas.
Él tenía 19 años y fue con sus dos amigas al recital de Callejeros. “Yo fui a disfrutar de una de mis bandas favoritas y de repente nos vimos encerrados en una trampa mortal. Ese lugar, que debía estar habilitado por el gobierno de la Ciudad en su momento, tenía muchas irregularidades”.
El lugar era administrado por el empresario Omar Chabán, y había sido inaugurado el 12 de abril de 2004 con un recital de la misma banda que tocaría el día del incendio: Callejeros.
En aquel entonces, los integrantes eran Patricio Santos Fontanet, Cristian Torrejón, Elio Delgado, Maximiliano Djerfy, Eduardo Vázquez y Juan Carbone.
A simple vista, e incluso presentado como uno de los mejores boliches para tocar en CABA, contaba con un espacio grande para albergar a miles de fanáticos del rock nacional. Sin embargo, después de la tragedia, se descubrieron que las puertas de emergencia estaban cerradas, que la ventilación estaba tapada y que muchos de los elementos colocados en los techos eran inflamables.
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/artear/LP7NFXUNBNCBRATGQQQQB62Z3M.jpg)
Sobre la fatídica noche, Diego recordó: “De un momento al otro vi que se encendió una candela. Yo estaba adelante del que prendió la bengala. De repente el lugar comenzó a incendiarse”. Él y sus amigas pudieron salir, incluso ayudaron a otros pibes a ponerse a resguardo.
El local se encontraba habilitado para espectáculos con una capacidad de hasta 1031 personas; sin embargo, el recuento del público era bastante mayor a dicha cifra. En la causa judicial se determinó que los dueños del boliche dejaron entrar a al menos 4500 personas.
El humo, sumado a la desesperación de la gente por salir, hicieron un combo frenético que provocó una avalancha. El tumulto se concentró en la puerta principal, mientras que el resto intentó huir por la puerta trasera, pero se encontraron con que habían sido encadenadas.
Esa madrugada fue dramática, con cientos de jóvenes que entraban y salían del lugar. Las sirenas de las ambulancias sonaron toda la noche. Todo el país siguió el minuto a minuto a través de los medios, ya que no había redes sociales, y las víctimas aumentaban con el correr del tiempo. Muchos murieron asfixiados, otros por intoxicados con dióxido de carbono y algunos por las quemaduras que sufrieron.
Además de las víctimas que fallecieron en el lugar, cuatro de los que habían sobrevivido se quitaron la vida. Mientras que una quinta persona murió meses después por las secuelas que le quedaron en los pulmones.
Quien en ese momento era un joven de 19 años hoy tiene 38 y sostiene que “muchas cosas cambiaron”, pero quedan otras tantas por resolver. “Hay mucha corrupción y coimas en este círculo. Hasta que eso no se termine, que es el problema de fondo, estas cosas pueden seguir sucediendo”, opinó.
Diego lleva adelante No Nos Cuenten Cromañón, organización que surge de la necesidad de mostrar una postura distinta con respecto a las responsabilidades de lo ocurrido.
“La reflexión que hago hoy en día es que hay que construir a través del dolor. Desde No Nos Cuenten tratamos de hacer eso, de sanar a través de la música. Todos los años hacemos actos y un festival para que los chicos que estuvieron esa noche puedan recordar de la mejor manera. Hace poco sacamos un libro donde contamos desde nuestro lado todo lo que se vivió. También tenemos un programa de salud mental porque muchos quedaron con secuelas y la asistencia del Estado es Insuficiente, y llevamos adelante talleres en colegio. De esa forma se puede salir adelante”, explicó Diego.
Con respecto a los músicos de Callejeros, hoy Don Osvaldo, contó que solo dos fueron absueltos y el resto cumplieron condena en la cárcel. “Ellos también son sobrevivientes. En su momento, los medios generaron que no solo sean condenados judicialmente, sino también socialmente. Hoy ellos pueden salir tranquilos a la calle. Sostenemos fuertemente que son inocentes”, cerró.
El festival de No Nos Cuenten Cromañón se realizará este sábado desde las 17 en el Obelisco.
Quiénes fueron condenados por la tragedia de Cromañón
En total, por la tragedia se procesaron a 26 personas y 21 de ellas recibieron una condena en un juicio oral.
Omar Chabán y su socio Raúl Villareal fueron acusados de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo. El empresario estuvo detenido, pero en 2007 recuperó la libertad. Murió en 2014 tras padecer cáncer.
La misma acusación por estrago doloso recayó sobre los integrantes de Callejeros: Patricio Fontanet, Elio Delgado, Maximiliano Djerfy, Eduardo Vázquez, Christián Torrejón y Juan Alberto Carbone. También Daniel Cardell, el escenógrafo, y su mánager, Diego Argañaraz. Todos ellos cumplieron la condena en prisión.
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/artear/S2TBPIKTFBFD5BZNEKEJAAW5VQ.jpg)
En tanto, tres funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fueron acusados por incumplimiento de los deberes de funcionario público: Fabiana Gabriela Fiszbin, Gustavo Juan Torres y Ana María Fernández. Mientras que Aníbal Ibarra, ex jefe de gobierno porteño, fue sobreseído.
Por su parte, dos oficiales de la Policía Federal fueron acusados: Carlos Rubén Díaz de estrago doloso seguido de muerte y cohecho pasivo; y Miguel Ángel Belay, por incumplimiento de los deberes de funcionario público y cohecho pasivo.
El único que sigue detenido en la actualidad es Eduardo Vázquez, el baterista de la banda, pero no por la causa de la tragedia de Cromañón. En 2010 cometió el femicidio de su esposa Wanda Taddei, delito por el que fue condenado primero a 18 años de prisión (en 2012) aunque la Cámara de Casación elevó la pena un año más tarde a cadena perpetua.
Cromañón fue declarado Monumento Histórico Nacional
Uno de los últimos decretos firmados por el expresidente Alberto Fernández fue el 571/2023, con el cual le dio protección patrimonial al conjunto que abarca al exboliche y al Santuario y Paseo de los Pibes de Cromañón.
Se trata de un proyecto impulsado por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, dependiente de lo que en su momento fue el Ministerio de Cultura.
Las organizaciones de sobrevivientes y familiares de las víctimas que celebraron la noticia, aunque volvieron a reclamar la reglamentación de la ley de expropiación del lugar, aprobada hace ya más de un año.
La medida declaró como Monumento Histórico Nacional al conjunto conformado por los edificios del antiguo local bailable “República Cromañón” y del antiguo hotel lindante, ubicados en la calle Bartolomé Mitre 3038/3078 y la parcela a cielo abierto sobre la Jean Jaures 51, en el barrio porteño de Balvanera.
Además, se declaró como Lugar Histórico Nacional al espacio donde se emplazan el “Paseo de los Pibes de Cromañón”, los murales artísticos alusivos y el “Santuario de Cromañón”, que se extiende sobre la calle Bartolomé Mitre y en paralelo a ella, entre las calles Jean Jaures y Ecuador.
A su vez, se declaró a la Colección Cromañón alojada en la sede del Archivo Nacional de la Memoria, en el Espacio para la Memoria (ex-ESMA), como Bien de Interés Histórico Nacional.
En este sentido, el decreto asegura que “los bienes que conforman este Conjunto de Memoria Colectiva del Trauma Histórico constituyen el crudo testimonio, material e inmaterial, de uno de los capítulos más dolorosos en la historia del país”.
