La Dirección General de Aduanas impidió la importación de 1.630 camas elásticas de origen asiático, en el Puerto de Buenos Aires, que no cumplían con las normativas aduaneras y de seguridad, lo cual podría resultar en una multa superior a $ 130 millones.
Un grupo de agentes especializados de la Aduana detectó la irregularidad cuando realizaba una serie de controles rutinarios en la terminal 4 del Puerto de Buenos Aires. Los inspectores identificaron en cuatro contenedores una carga de camas elásticas que había sido declarada en una posición arancelaria distinta a la que correspondía.
Esta maniobra intentaba colocar a las camas en una categoría con diferentes requisitos, lo cual se presume que tuvo como intención de intentar ingresarlas al país “sin tramitar los certificados de seguridad del juguete” que establece el reglamento técnico del Mercosur sobre dichos productos, formalizado en la resolución 163/2005.
Una vez verificada la falta de certificación, los agentes ordenaron el secuestro de la mercadería, por haber transgredido el Código Aduanero en su artículo 954.
La Aduana calculó que las camas elásticas estaban valuadas en US$ 97.497,13, y, por tanto, la multa llegaría a ser de hasta $ 134.545.860.
"Trabajamos para evitar este tipo de maniobras que ponen en riesgo la salud de los chicos y no pueden ingresar mercaderías que no cumplen con los estándares de seguridad", afirmó el director general de la Aduana, Guillermo Michel.
Michel señaló que este tipo de acciones por parte del organismo buscan, además, "poner en igualdad de condiciones a las empresas que trabajan en forma debida y generan empleo en el país".
"Estos operativos que realiza la Aduana son muy importantes para la pequeña y mediana empresa al ayudar proteger la industria nacional y el trabajo argentino", manifestó, en la misma línea, Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera).
