El diputado del Frente de Todos, Máximo Kirchner, cerró este sábado el tercer encuentro del kirchnernismo para romper la “proscripción” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se realizó en el microestadio de Ferro.
La aparición de Kirchner se da horas después del anuncio de Alberto Fernández sobre las elecciones 2023, en el que confirmó que no se presentará para una reelección. En ese contexto, habló de la situación puntual de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, y planteó que “es importantísima la batalla que va a dar este espacio político en la Ciudad para poder seguir creciendo e intentar gobernar y demostrarle al resto del país que los porteños y porteñas no se han olvidado que viven en este país grande, hermoso y que necesita ser promovido y protegido”.
“Es cierto que de esta ciudad han salido los intendentes que se han convertido en presidentes que más daño le han hecho a nuestro país: Fernando de la Rúa, Mauricio Macri, hay otro que se le está complicando un poco, parece que la presidenta del partido lo trae cortito, le tiene miedo”, expresó el diputado en referencia a Rodríguez Larreta y su candidatura presidencial, en una fuerte interna con Patricia Bullrich dentro de Juntos por el Cambio. Si bien no hizo referencia, el presidente Alberto Fernández también es porteño.
En el acto, cuya consigna es “La Ciudad con Cristina”, el líder de La Cámpora también apuntó a la interna del espacio, con críticas, sobre todo, al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Creo que debemos tener un programa claro que tenga 10 15 o 20 puntos y el compromiso inquebrantable de cada una de las partes del Frente de Todos de llevarlo adelante definitivamente para no después tener dolores de cabeza”, lanzó ante cientos de seguidores.
“Creo que una de las respuestas a tanto individualismo y egoísmo es este plenario de la militancia que se congregó para debatir y discutir y también poder construir un programa de gobierno más allá de las plataformas que se preparan para las elecciones”, afirmó el diputado. Y ahondó con las críticas al señalar que los dirigentes deben tener “la inteligencia común suficiente para aprender de los errores, dominar las miserias y vanidades y potenciar las virtudes”.
En otra parte de su discurso, Kirchner volvió a agitar la interna al cuestionar que hay sectores del oficialismo que “ponen en duda su aporte por un lugar más o menos en las listas”. “No hay derecho a que alguien esté enojado y no ayude a discutir una nueva opción. Si hubo errores en estos tres años es bueno reconocerlo, pero es muy complejo si cada sector que integra del Frente de Todos todo el día está queriendo poner en duda su aporte por un lugar más o menos en las listas”, lanzó.
Y tras lamentar que Cristina no haya sido escuchada por parte del espacio, admitió: “Queríamos que a nuestro gobierno le fuera mejor”. Pero acto seguido matizó la crítica al afirmar: “No tengo dudas que fue mucho mejor que en la pandemia estuviera Alberto y no Mauricio Macri”.
“La propuesta de la derecha moderna es tratar a los mismos verdugos que hace 20 años no tuvieron empacho en regar las calles de sangre, dolor y miseria”, dijo, ante el grito de los militantes de “Cristina presidenta” e insultos a la proscripción de la vicepresidenta. “El jefe de Gobierno porteño maneja el Poder Judicial con una mano y con la otra Clarín y La Nación. Ganarse el favor mediático significa alejarse de los intereses de la gente”, agregó.
