18 abril 2024

Hay en el país 2,4 millones de adultos que no se pueden independizar

En siete provincias, más del 50% de los jóvenes aún no puede emanciparse. Entre el aumento en el precio de los alquileres y la imposibilidad de llegar a la casa propia, los jóvenes de entre 25 y 35 años ven como un objetivo lejano el vivir fuera de la vivienda familiar.

 

 

Según los últimos datos difundidos por el economista especializado en vivienda Federico González Rouco, en el país hay casi 2,4 millones de personas de entre 25 y 35 años que no pueden irse de la casa familiar. Se trata del 41% de la población de esa edad, un porcentaje alto en relación con países europeos o Estados Unidos, donde no se supera el 30%.

Dentro del grupo etario, hay personas que eligen conscientemente no irse de la casa familiar por las razones que sean, pero también hay muchos otros que quieren alquilar o comprar su propia propiedad y no pueden.

La combinación fatal de un mercado de alquileres roto, ingresos bajos y falta de crédito hipotecario, lo vuelven una odisea cada vez menos accesible. “Hoy estamos en un momento complejo porque todas las alternativas que podría pensar una persona al momento de salir de la casa familiar están complicadas”, señala González Rouco.

La principal, dice, es el alquiler. “La oferta de alquileres está complicada y además están caros en términos del ingreso. Los alquileres subieron, pero los ingresos están muy bajos. Va de la mano de que la Argentina no tiene un mercado sólido que fomente la construcción para alquilar, como sí sucede en las principales ciudades del mundo”, apunta.

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A eso se suma un crédito hipotecario inexistente, ni siquiera para quienes tienen ingresos altos. “Por otro lado, la situación laboral está muy compleja en todo el país. La migración laboral, que es uno de los factores por los que la gente se emancipa, está frenada”, suma el economista.

Pero, no siempre fue así. “En los ‘90 un joven profesional recién recibido podía acceder a un crédito y comprarse un departamento o alquilar sin dificultad un inmueble de las mismas características. Cuando las crisis económicas se vuelven crónicas el deterioro del poder adquisitivo se agrava y la independencia económica se hace muy costosa y difícil”, analiza Soledad Balayán, analista inmobiliaria de Maure Inmobiliaria.

Las inmobiliarias, por su parte, esperan que el año próximo sea decisivo para el tratamiento de los cambios que busca introducir el mercado en materia de alquileres. En el primer semestre no habrá tanta cantidad de propiedades para alquilar y en el segundo se reformularán los precios debido al cumplimiento de los tres años de la ley.

Actualmente, el aumento ronda entre el 70% y 80%, algo que hace que muchas personas dejen de alquilar. Hay muchos que dejan la vivienda y pasan a compartir con algún amigo o pareja. Se calculan en alrededor de 4000 mil propiedades en alquiler en la Ciudad de Buenos Aires, un nivel muy bajo.