18 mayo 2024

Por qué no tenés que matar a una araña en tu casa

Los arácnidos son depredadores de otros insectos y sirven para controlar algunas de las plagas que sí pueden llegar a ser una amenaza para las personas.

La próxima vez que veas una araña colgando del techo de tu habitación, o sientas la tentación de apuntar con algún spray hacia sus telarañas, piénsatelo dos veces.

La biología nos dice que nunca deberías matar una araña en tu casa. Las arañas son beneficiosas para tu hogar, y para tu salud.

Es natural tener miedo a las arañas, un pánico ancestral que algunos estudios achacan a la forma de sus patas, y cómo se mueven. La aracnofobia es un terror irracional bastante extendido, incluso entre los entomólogos (los biólogos que estudian los insectos y las arañas). Pero hay que vencerlo o ignorarlo, por nuestro propio interés.

Las arañas han vivido en nuestras casas desde el principio de los tiempos. Algunas se quedan atrapadas pero hay especies, como las arañas de bodega o fólcidos, que les gusta vivir en nuestros sótanos, áticos, o en cualquier rincón sin mucha luz.

En primer lugar, las arañas son depredadores que se ocupan de las plagas y de insectos molestos como los mosquitos, cochinillas, pulgas, etc. Incluso cazan otras arañas. Si tienes algún insecto de este tipo en casa las arañas se encargarán de ellos, y no solo con sus telarañas, ya que algunas salen a cazar.

Desde el punto de vista de la salud, es mucho mejor tener en casa un par de arañas, que mosquitos o pulgas.

Casi todas las arañas son venenosas, pero muy pocas tienen la fuerza suficiente para atravesar la piel, incluso aunque nos piquen. Y desde luego no las arañas comunes. Nunca atacan a los humanos, e intentan evitarnos siempre que pueden. Si te cruzas con una araña es porque la has pillado en algún desplazamiento, no porque te considere su presa, como si hacen los mosquitos, las pulgas, y otros insectos.

No se trata de llenar la casa de telarañas, pero si ves una o dos arañas en el techo de tu casa, no te conviene matarlas.

Si aún así no puedes evitarlo, y es superior a vos verlas colgando de las paredes, siempre puedes meterlas en algún recipiente y liberarlas en la calle o en un jardín, ya que se adaptan fácilmente y no tardarán en encontrar un nuevo hogar.