Tras el impresionante incendio de la fábrica de lácteos La Aurora, desatado ayer en su planta fabril, la comunidad, sus autoridades y sus instituciones, se unieron en el dolor y la solidaridad, volcados en apoyo para los trabajadores de la firma y sus propietarios, lo que seguramente será el cimiento de la reconstrucción de esta empresa.
Suele decirse con absoluta certeza que uno de los principales valores de los argentinos como sociedad es la solidaridad, y en este sentido 9 de Julio siempre ha estado por sobre la media general del país, caracterizándose especialmente por ser una comunidad unida ante las situaciones difíciles.
El incendio registrado ayer en la planta fabril de la empresa láctea La Aurora no ha sido la excepción, ya que de inmediato, al tomarse conocimiento de la magnitud del siniestro, vecinos, autoridades e instituciones, no solamente se acercaron al lugar para solidarizarse con los integrantes de la empresa y quienes ven afectada su fuente laboral, sino que inmediatamente comenzaron a ponerse a disposición de los mismos.
Desde simples posteos en las redes sociales, manifestando empatía, afecto y acompañamiento a los trabajadores, hasta sinceros ofrecimiento de ayuda "para lo que sea", como suele decirse, se pudieron observar en cuestión de minutos.
Al mismo tiempo, autoridades municipales y de diferentes sectores políticos de la comunidad se manifestó también el compromiso de activar gestiones para colaborar con esta situación, en busca de reconstruir la empresa.
De esta manera, pudo conocerse que el propio Intendente Municipal, Mariano Barroso, ya tomó contacto con autoridades provinciales del área de producción para arbitrar los medios que permitan a la empresa acceder a financiamiento para iniciar su reconstrucción.
También desde la Cámara de Comercio e Industria, a través de su dirigencia, se hizo hincapié en el compromiso de ayudar a la firma a superar este terrible suceso; así como desde la Sociedad Rural de 9 de Julio, ante la directa relación del rubro con el sector agropecuario.
Sin dudas, ante tanto dolor y congoja, al menos una luz al final del túnel para los trabajadores y empresarios de La Aurora, sabiendo que toda la comunidad apoyará en lo que sea necesario para que la planta vuelva a funcionar y los empleados puedan recuperar su fuente de empleo.
