28 marzo 2024

Se vienen meses de calor y escasas lluvias por el fenómeno de "La Niña"

El Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (CIRN) del INTA señaló que el pronóstico hasta marzo 2022 se enmarca en un escenario de escasez hídrica.

El Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (CIRN) del INTA Castelar, Provincia de Buenos Aires, estimó que el ciclo de condición seca se extenderá hasta marzo del año que viene con menores precipitaciones que lo esperado para esta época del año. Además, señalaron que el pronóstico se enmarca en un escenario de escasez hídrica y elevadas temperaturas, en algunos casos con récords.

"Estamos frente a la presencia de un segundo año consecutivo con un fenómeno climático La Niña", confirmó Pablo Mercuri –director del CIRN del INTA Castelar– quien, además, detalló que “históricamente suele presentarse de forma moderada, con una menor intensidad y finaliza antes, lo que posibilita una mejora en el régimen de precipitaciones, más generalizadas, para fines de enero y durante febrero”.

En un contexto de toma de decisiones para la siembra de la gruesa, Mercuri destacó que “cuando hay mucha incertidumbre en el clima y vienen perspectivas deficitarias resulta clave saber la cantidad de agua disponible en el suelo y el pronóstico a corto plazo”.

“Estamos viendo un cambio en las condiciones del clima y podemos estimar una ampliación de este ciclo de condición seca”, subrayó el especialista, e indicó que esta condición de déficit será “muy variable por zonas” porque, por lo general, las precipitaciones en años del fenómeno de La Niña son aisladas y muy dispares entre localidades.

Respecto de los últimos registros de picos de temperatura, el especialista reconoció que “incrementan la evapotranspiración y la pérdida de agua, especialmente, en la capa arable, en el horizonte superficial”, y explicó que “vino un frente que atravesó nuestra región que dejó precipitaciones”.

Finalmente aseguró que “desde 2003 se observa que las primaveras son deficitarias y se demora la salida del invierno”, y de allí, "esa percepción generalizada de que estamos siempre esperando las lluvias al inicio de la primavera para poder recuperar el agua almacenada en el suelo".