Las aves fueron liberadas en la Reserva de Biósfera Delta del Paraná. Nenas y nenes abrieron las jaulas.
"Vuelvo al bosque, estoy contento de verdad", cantaba Moris en El Oso. Cerca de un cien aves deben estar entonando esa canción legendaria en la Reserva de Biósfera Delta del Paraná después que nenas y nenes abrieran las jaulas en las que estuvieron encerradas por mucho tiempo.
La liberación la dirigió este martes la Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en el partido bonaerense de San Fernando. Los ejemplares habían sido rescatados en dos operativos contra el tráfico de fauna silvestre.
El primer operativo de rescate se realizó en marzo, cuando la BCA inspeccionó una forrajería de la localidad bonaerense de Villa Rosa, partido de Pilar, donde decomisó 63 aves vivas que fueron reubicadas en la Fundación Temaikén para su rehabilitación.
Pero no todos los animales corrieron la misma suerte. Producto del hacinamiento, cuatro ejemplares de especies autóctonas se encontraban muertas en las jaulas junto a otras de su misma especie.
En tanto el segundo operativo fue en el municipio bonaerense de González Catán. Allí se rescataron en mayo 68 pájaros durante una fiscalización en otra forrajería. Este grupo fue trasladado al centro de rescate de la Reserva Ecológica Costanera Sur, de Ciudad de Buenos Aires.
Las especies liberadas por lxs niñxs fueron cardenales copete rojo (Paroaria coronata), reina mora grande (Cyanocompsa brissonii), jilguero dorado (Sicalis flaveola) y cabecita negra (Spinus magellanicus), todas de distribución natural en la zona liberada.
