18 abril 2024

NENE, SOLTÁ EL CELULAR


Los malos hábitos de sueño afectan al correcto desarrollo y crecimiento de los niños y jóvenes. Y estos nuevos malos hábitos están en muchos casos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías. Así lo alertan desde la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica y ponen la lupa en los desórdenes generados por el uso de dispositivos tecnológicos como celulares y tablets.


Lunes 19 de agosto de 2019.

Entre el 20 % y el 25 % de los niños y jóvenes menores de 15 años tienen malos hábitos de sueño, lo que incide en que no tengan un crecimiento adecuado, alertó este lunes el doctor Carlos Antillón Ferreira, especialista en endocrinología pediátrica y miembro de la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica.

En este mismo sentido, explicó que "esto sucede porque el 80 % de la secreción de la hormona del crecimiento se da cuando el niño duerme". "Entonces, si un pequeño no duerme lo suficiente no crece al ritmo que debería", aseguró el experto.

Sin embargo, dijo, dormir demasiadas horas no supone que siempre será funcional, ya que lo importante no es el tiempo de sueño sino el momento del día en que los niños y jóvenes duermen. "El 60 % de la hormona del crecimiento se libera durante la etapa del día que no hay luz del sol. Esto quiere decir que si un niño va a la cama cuando empieza a anochecer, a media noche empieza el pico de secreción de la hormona", dijo.

Pero si un niño o joven empieza sus horas de sueño después de las 12 de la noche la luz no permite que esta hormona se active como debería "ya que una vez que hay luz solar, disminuye su producción".

En relación a esto detalló que actualmente, el uso de la tecnología también puede ser un factor que determine el crecimiento de los pequeños. "Con el auge de los videojuegos los niños de 8 o 9 años ya no se ejercitan y aunque todavía no podemos ver qué tanto ha afectado en cuanto al crecimiento, sí hemos visto un aumento en consultas pediátricas de preocupación de los padres por falta de crecimiento", aseguró.

Es por ello que, dijo, es necesario fomentar buenos hábitos, promover la actividad física entre los menores "de preferencia que sea de unos 60 minutos diarios unos cinco días a la semana", manifestó. Comer bien y descansar adecuadamente, también puede ayudar a que los pequeños no afecten su crecimiento natural.

"También los padres deben llevar un seguimiento con el pediatra, que vayan al doctor una vez al año, que le pidan gráficas de crecimiento para que, si hay alguna anomalía, sea tratada oportunamente", finalizó el especialista.