21 mayo 2024

ESTUDIAN COMO DAR SEGURIDAD A LOS NIÑOS

Las cifras alarman, sólo el año pasado murieron 432 chicos menores de 9 años en accidentes de tránsito. El grupo GEMA, del Departamento de Aeronáutica, será el primer laboratorio del país con capacidad para realizar ensayos que constaten la seguridad de los asientos para menores de uso obligatorio en automóviles.

Lunes, 4 de junio de 2018

La Argentina tiene los indicadores de siniestralidad vial más altos de América Latina: 432 chicos menores de 9 años fallecidos en accidentes durante el año pasado. Por eso se está instrumentando una serie de cambios que tienen el objetivo de ponerle un freno a este flagelo.

En ese sentido, en enero de 2018 comenzó a regir una reglamentación de la ley nacional de tránsito, la cual establece la obligatoriedad en todo el país de que los niños menores de diez años viajen en sillas diseñadas específicamente de acuerdo a su peso y edad. De ahí la necesidad de encontrarle una respuesta efectiva a un hecho que genera una creciente preocupación: la enorme mayoría de los asientos de este tipo que se venden en la Argentina, y que son usados por bebés y niños, no se encuentran certificados. En otras palabras, no se sabe si cumplen o no con las normas de seguridad.

Por ese motivo, docentes y técnicos del Departamento de Aeronáutica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) están trabajando en un proyecto que permitirá certificar sillas de bebés y niños, y distintas autopartes, respecto al cumplimiento no sólo de la normativa a nivel nacional, sino también de los requisitos legales de otros países.

La iniciativa es llevada adelante por la Unidad de Investigación, Desarrollo, Extensión y Transferencia - Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (UIDET - GEMA) y es financiada por el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), que también depende del Departamento de Aeronáutica. Para poder cumplir con el objetivo de otorgar certificaciones, que cumplan con estándares internacionales, el grupo adquirirá un moderno equipamiento proveniente de Estados Unidos. Se trata de una catapulta, un sistema de impulso de aproximadamente 30 metros de largo que puede mover masas de hasta 1500 kilos, con aceleraciones 30 veces superiores a la gravedad.

El ingeniero aeronáutico Pablo Ringegni, director del GEMA, explicó que “desde hace varios años venimos trabajando tanto para las terminales automotrices como para las empresas autopartistas. Realizamos diferentes tipos de ensayos, dentro de los cuales una importante cantidad están asociados a la seguridad y tienen que ver por ejemplo con el anclaje de cinturones y asientos, puertas, sistema de frenado, etcétera”.

Ringegni remarcó que los ensayos dinámicos de este tipo se vienen realizando desde hace 8 años, con equipos desarrollados íntegramente en el GEMA. “Ello nos permitió seguir avanzando y, ante la conformidad de la industria, nos comenzaron a solicitar nuevas capacidades”, explicó.

Según el director del GEMA, la validación de las normas de seguridad sólo la puede dar un laboratorio adecuadamente certificado. “Se trata de una necesidad a nivel nacional. El equipamiento que nosotros fuimos desarrollando, a través de estos años, tiene capacidad para realizar ensayos similares a lo que exige la norma nacional e internacional para las sillas de niños y bebés, pero está limitado para cubrir todos los requerimientos que se exigen”, explicó Ringegni.

La solicitud fue aceptada y aprobada, logrando obtener cerca del 50% del financiamiento para adquirir la catapulta. Ahora prevén que el desembolso se concrete en el corto plazo, para lo cual se espera que el equipamiento de última generación, proveniente de Estados Unidos, llegue a la UNLP pasado la mitad de año.