Miércoles 1° de febrero de 2018.
Maduró lo que se venía especulando: frente al estancamiento de la paritaria bancaria (venció el 31 de diciembre y negocian desde ese mes), el Plenario de secretario generales de la Asociación Bancaria que se reunió el jueves a la mañana convocó a un paro general para el 9 de febrero para todo el país. Será justo antes del fin de semana extralargo de carnaval.
El año pasado, el conflicto paritario se extendió hasta el 16 de febrero, día en que se firmó el acuerdo. La diferencia respecto al año pasado es que las cámaras empresarias a medida que avanzaban las negociaciones iban cediendo, algo que ahora no ocurre: están clavadas en el 9%.
Según el titular del gremio, el sindicalista K Sergio Palazzo, les ofrecieron a las cámaras empresariales tres formatos distintos de aumento salarial, con y sin cláusula gatillo, y todos fueron rechazados. "Si es sin cláusula gatillo, habría que hablar de la inflación pasada, que es el único dato de la realidad, que fue 24,8 % a nivel nacional y 26,5 % en Capital; hicimos una segunda propuesta, el mismo acuerdo del año pasado, 19,5 % con cláusula gatillo retroactiva y sostuvieron el 9 %; hicimos una tercera propuesta, la construcción de una canasta de consumo bancario de bienes, servicios y alimentos, y nos dijeron que no", dijo esta semana Palazzo.
El paro bancario nacional se suma al conflicto con el Banco Provincia por el cambio en las jubilaciones. Están parando hoy y mañana y también lo iban a hacer el jueves y viernes próximos. Desde el Gobierno de María Eugenia Vidal ya anunciaron que les descontarán los días a quien se sume a la huelga.
En el Plenario, Palazzo le dijo al presidente de la entidad bonaerense, Juan Curuchet, que “el ahorro no lo busque descontando los días de paro a los empleados sino que deje de pagarle el sueldo de 150.000 pesos a los más de 100 ñoquis que tiene”.
La medida de fuerza de Bancarios se produce además en medio de la pelea entre el sindicalismo opositor -liderado por Hugo Moyano- con el Gobierno.
