Un show que ratifica su talento y efectividad a la hora de hacer reír a carcajadas al público.
La obra que encabeza es un homenaje al género femenino y “a las mujeres con ovarios”, aunque lo haga desde el humor y rescatando principalmente a famosas.
Todo comienza con un universo de reminiscencias arabescas ideal para presentar a Shakira y luego darle pie a la lámpara de Aladino de donde sale el “genio”: Leo Tusikis (Julián Labruna), el partenaire ideal para ser el nexo entre los distintos personajes.
Labruna tiene gracia, fluye con una infinidad de chistes rápidos y va ganando al público hasta metérselo en el bolsillo, apelando a la empatía con esas cosas que pasan cuando uno está de vacaciones o de la vida en pareja y rutinaria.
Fátima sabe combinar la proporción exacta entre imitación y caricaturización.
Además, está acompañada por otro imitador, Fernando Samartín, que tiene una participación pequeña pero oportuna. El elenco se completa con un vistoso cuerpo de baile y tres músicos en vivo.
Las más de dos horas de show ratifican su indiscutido talento vocal y oficio, en un espectáculo aceitado que termina ganando una ovación de pie de todo el público presente.
