25 abril 2024

LA RISA TENDRIA SU GEN

La ciencia descubrió la relación de la gente de risa fácil con un gen relacionado al neurotransmisor de la felicidad.

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Jueves 10 de noviembre de 2016.

Hay muchas personas que se ríen con tanta naturalidad y elocuencia que a su entorno pareciera molestarle o hasta incluso envidiar pensando en que no tendría ningún problema y viviera en un oasis social, más allá del magnetismo que esas personas tienen con las mayorías; pero otras personas tienen la risa muy oculta, a tal punto, en algunos casos, de formar parte de las excepciones una espontánea carcajada.

En estos tiempos, es sabido de acuerdo a la ciencia, de las características de las personas que ríen con facilidad y los beneficios que tiene sobre la salud, como un medio de descarga emotiva y liberadora que pone en juego múltiples funciones positivas en el cerebro; y por otro lado, las sensaciones agradables que pueden generar en su entorno en una suerte de contagio. En fin, la risa, más allá de las condiciones psicosociales, dependería de un gen.

Existiría el gen de la risa de acuerdo a un estudio realizado por investigadores de las universidades de Northwestern y California en Berkeley, Estados Unidos, en el que grabaron en video las expresiones faciales de 336 participantes para buscar signos de diversión como las patas de gallo alrededor de sus ojos mientras miraban series de dibujos animados y clips humorísticos.

El gen evaluado es conocido como 5-HTTLPR y tiene dos variantes, una corta y otra larga, siendo las personas poseedores de la corta los más propensos a sonreír o directamente estallar de risa; para lo cual, luego de la observación de videos tomaron muestras de saliva para determinar qué versión tenían del gen, que es el mismo que está implicado en la regulación de la serotonina y desde hace un tiempo relacionado a la felicidad conyugal.

Fueron entonces las personas encontradas con la presencia de la variable corta del gen, las que demostraron risas genuinas y mayor sensibilidad, a la vez, a las emociones tanto positivas como negativas de su cónyuge; por ende, la relación de esta variable a la satisfacción marital. "Nuestro estudio proporciona una imagen más completa de la vida emocional de las personas con la variable corta", dijo la autora principal del estudio, la profesora Claudia Haase.

"Este estudio proporciona un apoyo a la idea de que las emociones positivas están bajo el mismo control que las negativas, cuando se trata de la variación corta. Por ello, esta investigación, arroja una nueva mirada sobre una pieza importante del rompecabezas genético", concluyó Robert Levenson, un investigador líder en las emociones humanas y profesor de psicología de UC Berkeley.