Jueves 10 de noviembre de 2016.
Agregar magnesio a la yerba mate proporcionaría beneficios para la salud de los tomadores de la tradicional bebida nacional. Así lo afirma el estudio “Evaluación de la Biodisponibilidad de Magnesio en una Población con Consumo de Yerba Mate” realizado por la investigadora Alicia Maskin de Jensen y colaboradores, de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones.
“Los individuos consumidores de yerba mate fortificada con magnesio presentaron diversas manifestaciones clínicas: estimulación de la motilidad intestinal, disminución de la astenia y episodios de migraña recurrente, aspecto de piel hidratada con disminución del acné, descenso de la aparición de calambres, aumento de las capacidades intelectuales y físicas”, concluye la investigación.
Según el estudio, una o dos mateadas diarias (no compartidas) serían suficientes para aportar 151,27 miligramos en promedia, la dosis recomendada para lograr el efecto beneficioso sobre la salud.
Para el estudio científico se utilizaron dos poblaciones: una que incluyó a individuos consumidores de yerba mate sin fortificar, y la otra a individuos consumidores de yerba mate fortificada con una matriz que contenía oxido de magnesio.
Se evaluaron 177 individuos adultos de ambos géneros, entre 19 y 50 años, clínicamente sanos. Las muestras se obtuvieron en forma aleatoria en distintas zonas de la ciudad de Posadas, desde el 1 de junio de 2014 hasta el 15 de septiembre de 2016. Los participantes del grupo que consumieron yerba mate fortificada en un periodo de cuatro meses fueron evaluados en tiempo basal, dos y cuatro meses (periodo de ingesta) y a los seis meses (periodo post ingesta).
Ahora, conociendo los resultados de este estudio, podría fortificarse la yerba mate para suplir la falencia de magnesio en la población, ya que es un alimento de consumo masivo en todos los niveles económicos y sociales.
“Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate, el consumo de mate está presente en el 98% de los hogares argentinos, 92% de los consultados elige beber mate caliente con un menor porcentaje para el consumo de mate cocido y tereré, es decir, cebado con agua fría. El mate con agua caliente está más extendido entre los mayores de 21 años”, señaló la investigadora.
Jensen aconsejó fortificar la yerba mate con magnesio ya que “en las sociedades modernas, los cambios en el estilo de vida, con baja ingesta de vegetales y frutas, sumado a la industrialización, han originado mayor consumo de alimentos manufacturados, por lo que la ingesta de magnesio ha ido declinando por debajo de los requerimientos y recomendaciones”.