Martes 8 de noviembre de 2016.
El ministerio de Salud bonaerense busca incluir un nuevo criterio de muerte para donar órganos. Se convocó a un experto de la OMS para avanzar hacia un protocolo de donación en asistolia.
Con la meta de incrementar la cantidad de donaciones y trasplantes de órganos y tejidos, el ministerio de Salud bonaerense convocó al experto español José Ramón Núñez Peña a brindar una conferencia para los referentes de sus equipos de salud sobre la obtención de órganos de “donantes en asistolia”, también llamados “a corazón parado”.
“En España logramos incrementar en un 17% la cantidad de donantes a partir de la creación de un protocolo de donación en asistolia”, explicó Núñez Peña, actual director del Programa de Transplantes de la Organización Mundial de la Salud, frente a medio centenar de médicos y funcionarios que se reunieron en el Hospital El Dique de Ensenada para presenciar su disertación.
En Argentina sólo puede donar sus órganos una persona que recibe el diagnóstico de muerte cerebral o encefálica.
Mientras que en Argentina sólo puede donar sus órganos una persona que recibe el diagnóstico de muerte cerebral o encefálica, en Europa hace más de 20 años que también se consideran donantes potenciales a quienes mueren por paro cardiaco y a cuya condición de irreversibilidad se llega porque no responden a las maniobras de reanimación cardiopulmonar o porque padecieron lesiones incompatibles con la vida que, sin soporte vital artificial, determinan el paro cardiaco.
Justamente sobre este criterio brindó información técnica el funcionario de la OMS, quien dijo que gracias a la apertura de 61 programas de donación en asistolia, la cantidad de donantes por millón de habitantes se elevó de 33 a 44 en su país.
La jornada de capacitación -como se encargó de resaltar el presidente del Centro Unico Coordinado de Ablación e Implante (CUCAIBA), Clemente Raimondi- fue “el primer paso para crear en la provincia de Buenos Aires un protocolo para la donación de órganos en asistolia, a fin de incrementar la cantidad de trasplantes para salvar o mejorar la calidad de vida de más personas”.
En este sentido, Nuñez Peña hizo hincapié en la necesidad de capacitar a todo el equipo de salud para que sea capaz de comprometerse con el proceso de detección de potenciales donantes en los hospitales y así incrementar la procuración. Y señaló que “es imprescindible que los centros que no realizan trasplantes también aporten a la procuración de órganos”.
“En España, el año pasado, el 40 por ciento de los órganos implantados provinieron de centros que no realizan trasplantes”, ejemplificó el experto al señalar que “al trabajo del procurador hay que profesionalizarlo y eso es invertir en el inicio de la cadena, si no, no habrá qué trasplantar”.