24 abril 2024

LA COMIDA NO SE TIRA 

comida

Martes 27 de setiembre de 2016.

Las estimaciones indican que cada argentino tira a la basura 365 kilos anuales, es decir, un kilo por día. La cifra es preocupante en un país que basa su economía en la producción agrícola y ganadera, pero que no logra resolver el problema del hambre de gran parte de la población. 

La FAO -Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- sostiene que en el mundo 1.300 millones de toneladas de alimentos van a la basura. Se trata del 30% de la producción mundial. Y al mismo tiempo, 842 millones de personas sufren malnutrición.

“El problema empieza en el campo, durante la cosecha y la producción, pero también pasa por casa. ¿Cómo podemos reducir estos números gigantes de desperdicio, si en cada hogar se tira comida a la basura?“, manifestó la ecónoma y cocinera Narda Lepes, durante la presentación de la campaña #ValoremosLosAlimentos. La propuesta fue lanzada por el Ministerio de Agroindustria de la Nación.

“La campaña busca concientizar y educar a la sociedad para evitar el desperdicio de alimentos”, señaló Mercedes Nimo, subsecretaria de Alimentos y Bebidas. La iniciativa involucra a productores, cadenas de comercialización, hoteles, locales gastronómicos, asociaciones de consumidores, universidades y ONGs.

En ese marco, se elaboró una guía de recomendaciones para la compra, elaboración y consumo de la comida. “No adquirir cantidades innecesarias, almacenarlos de forma en que sea visible su estado y fecha de vencimiento, aprovechar las sobras para reelaborar comidas, no descartar frutas y verduras por fallas estéticas, y servirse porciones pequeñas“, son algunos de los puntos a tener en cuenta. Al mismo tiempo, se pueden reutilizar las cáscaras y desechos para hacer compostaje, con lo que además de reducir los desperdicios, se obtiene abono para las plantas.

La costumbre tirar comida llega a un punto extremo en las graduaciones de los estudiantes universitarios. Un informe de la Universidad de Buenos Aires indica que cada 100 graduados se desperdician mil kilos de alimentos. “Es un cambio al que todos podemos contribuir”, destacó Lepes.