Desde el mes pasado las persianas de los locales comerciales de la ciudad de Buenos Aires comenzaron a cambiar del gris oscuro a coloridas obras de arte.
Lunes, 08 de agosto de 2016
La iniciativa de Proyecto Persiana pretende transformar las cortinas metálicas de los negocios del centro porteño, (en el rectángulo entre las avenidas 9 de Julio y Callao, y entre Rivadavia y Corrientes).
Proyecto Persiana está integrado por Santiago Cavanagh (licenciado en Economía Empresarial por la UTDT, especialización en Negocios de Arte), Milagros Avellaneda y Lucía Arrocha (licenciadas en Comunicación Social) y Juan Ridolfi (estudiante de Diseño Industrial en FADU UBA). Los jóvenes emprendedores que tienen entre 20 y 30 años se ocupan de entrevistar a los artistas y asignarles una persiana.
La logística también incluye charlas previas con los dueños de los locales. “Muchos se muestran desconfiados, se niegan. Pero cuando ven los resultados de las persianas vecinas se entusiasman”, dice Ridolfi. Y cuenta que durante las primeras intervenciones los artistas llegaban con su propia pintura. “Y ahora logramos la colaboración de Tersuave en pinturas y Kuwait en aerosoles. La movida además creció muchísimo. De 20 artistas en la primera edición a 60 en la cuarta”, dice.
Apropiarse del espacio público, vincular a los comerciantes entre sí y con los artistas y promover acciones comunitarias son los tres pilares de esta movida que le está cambiando la cara al centro porteño. En la última edición la consigna fue la selva. Al otro día, la jungla de cemento amaneció con aves, plantas y animales. Desde entonces, el barrio gana color por la tarde, a la hora que cierran los negocios y se bajan las persianas.
