29 marzo 2024

SERAN LOS DIAS MAS FELICES..

Domingo 7 de Febrero de 2016.

Volver a la rutina después de las vacaciones, para muchos, figura entre los momentos más duros del año. Después de haber disfrutado de días sin horarios ni responsabilidades laborales reinsertarse nuevamente en el ajetreo diario, con la consciencia de que se extenderá durante el resto del año, cuesta. Peor aun si las expectativas de las vacaciones no fueron cumplidas y se regresa con la sensación de no haber descansado. Extinguido el período de veraneo, la rueda nuevamente empieza a girar y el simple hecho de pensar en ello puede resultar agobiante y estresar. 

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Las repercusiones emocionales del regreso dependerán también del significado que se le otorgue: “Si terminar las vacaciones nos representa una pérdida, bueno, perder nos deprime. Pero si esas vacaciones significaron la realización de algo muy anhelado, la satisfacción de un viaje largamente soñado, podemos regresar satisfechos y revivirlo al contarlo a nuestros amigos aumentará la vivencia placentera”.

Muchos especialistas hablan de la “depresión post vacacional” para explicar los síntomas que suelen presentarse durante las primeras semanas de reinserción laboral. La psicóloga Silvia Medina cuenta que la sensación de agobio, la falta de motivación, insomnio, tristeza y la tendencia a la irritabilidad son frecuentes en esta etapa.

Los especialistas aconsejan tomar algunos recaudos para que “la vuelta” sea más llevadera y evitar el estrés del regreso.

Lo aconsejable es retomar el ritmo progresivamente, no imponerse el rendimiento que se alcanzó previamente. Lo ideal sería (claro que se perderían días de vacaciones) volver dos o tres días antes del inicio de las obligaciones, estar en casa, recorrer la ciudad y entrar en la rutina de a poco.
Es necesario considerar que el tiempo de readaptación a los hábitos lleva entre 10 y 15 días. Es importante que haya apoyo mutuo en la pareja y sean más tolerantes, ya que probablemente los dos estén más irritables durante esos días hasta que logren nuevamente reacomodarse a la rutina.
Los especialistas señalan que pensar en el trabajo de forma positiva suele ser de gran ayuda para arrancar con más ganas luego del tiempo de descanso. Recordar, por ejemplo, que las vacaciones son posibles gracias a esa rutina laboral y recordar los aspectos más simpáticos de la misma.
Otra estrategia que recomiendan los expertos para no añorar tanto los días de descanso consiste en mantener algunas de las actividades que se hacían durante esos días: dar un paseo a la hora del almuerzo o cortar la semana con alguna salida, pueden ser alguna de las alternativas. También aprovechar al máximo los fines de semana con actividades que ayuden “a desconectar”.
“En cuanto a los más pequeños, la sugerencia para afrontar el impacto psicológico del regreso a su rutina es que los adultos los acompañen desde el diálogo a retomar las actividades escolares y extra escolares”. Es aconsejable que antes de que empiecen el colegio los adultos le vayan incorporando progresivamente actividades recreativas con algunas obligaciones para ir atenuando el impacto y que no les genere temores o inhibiciones el regreso a la escuela.