Martes 7 de Julio de 2015.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres con niños a cargo ganan un 16,8 por ciento menos que las que no tienen hijos.
La desigualdad salarial entre hombres y mujeres sigue vigente en la Argentina. De hecho, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres ganan un 27,2 por ciento menos que los hombres. A nivel mundial, la OIT prevé que esa brecha recién se cerrará en 2086, esto indica que dentro de 71 años las mujeres podrán igualar a los hombres en materia de sueldos. Pero hay otra grieta que permanece latente: la disparidad salarial basada en la maternidad.
Según el Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 de la OIT, en el país la diferencia entre el sueldo promedio de una madre y el de una mujer sin hijos es del 16,8 por ciento. Este número tiende a subir a medida que aumenta la cantidad de niños.
Dentro de las explicaciones económicas para este fenómeno, la OIT apunta a una baja del “capital humano” derivada de interrupciones laborales o de reducciones del tiempo de trabajo, y a una menor disponibilidad para capacitarse u ocupar cargos mejor remunerados y con más responsabilidades. Además, las madres tienden a priorizar empleos más flexibles y adaptables a la vida familiar – trabajos part time, por ejemplo - que por lo general no están bien pagos.
Maternidad y carrera, ¿cómo pueden convivir en el mercado laboral argentino? Magalí Brosio, Licenciada en Economía y coautora del blog Economía Feminista, habla sobre el tema.
¿A qué se debe esta desigualdad entre las propias mujeres?
Se debe a que muchas mujeres terminan trabajando menos horas o buscando trabajos más flexibles, que en la mayoría de los casos, están peor remunerados. Se produce un círculo vicioso porque entre dos padres que tienen que definir quién se queda en casa ante la imposibilidad de pagar una guardería, por ejemplo, generalmente es la mujer la que termina resignando su trabajo. También hay que tener en cuenta que las mujeres muchas veces se retiran completamente del mercado laboral porque tienen que quedarse en la casa, más allá de que sea una decisión propia o no. En el varón, a medida que tiene más hijos, más se incrementa su participación en el mercado laboral. Para las mujeres, es exactamente lo contrario. Entre los hombres y las mujeres que no tienen hijos hay una diferencia de participación del 15 por ciento nada más; en cambio, entre los varones y mujeres que tienen más de un hijo, la diferencia es del doble: un 33 por ciento.
¿Es más difícil para esas mujeres reinsertarse en el mercado laboral luego de haberse dedicado al cuidado de sus hijos?
A nivel internacional se hicieron estudios que indican que los retornos, es decir, los ingresos que reciben las mujeres después de volver al trabajo, en promedio, están mucho más amesetados a cómo eran previo a retirarse del mercado.
¿Cómo está la Argentina en relación a las licencias por maternidad?
La recomendación de la OIT generalmente es de 14 semanas y nosotros tenemos 12. De todas maneras es necesario hacer una reestructuración con respecto a las licencias de paternidad (en el país son de dos días) que son extremadamente cortas. Lo ideal sería tener un acercamiento entre ambas licencias para que no haya prejuicios a la hora de entrar al mercado laboral. Y a la vez, para que haya una mejor repartición de las tareas en el hogar. Cuando se terminan esos dos días de licencia por paternidad, las mujeres son las que se quedan en casa cuidando al niño. Hay muchos países que están experimentando con este tema. Por ejemplo, hay un número de semanas que los progenitores puede decidir entre ellos cómo las reparten. Hay varias iniciativas que valdría la pena probar.
¿Dirías que estamos atrasados en este sentido?
Sí, estamos bastante atrasados incluso con respecto a otros países de Ameríca latina: Chile hace poco amplió las licencias por paternidad, lo mismo que Uruguay. En líneas generales falta bastante legislación sobre ese tema.
