26 abril 2024

LA TECNOLOGÍA DA "FIACA"


Según una encuesta, uno de cada 4 "millennials" ya no regala productos tecnológicos a sus familiares para no configurárselos -  Solo un 12% de los mayores de 55 años pagaría a un profesional por el mismo servicio; la mayoría prefiere la atención de alguien cercano.



Martes 30 de julio de 2019.

La brecha generacional tecnológica comienza a tener consecuencias en el seno de la familia y llega a hartar a los más jóvenes, que preferirían que sus parientes recurriesen a la ayuda de expertos en vez de pedirles a ellos que configuren sus equipos y solucionen sus problemas.

De hecho, un 24% llega a no comprar este tipo de productos para ahorrarse el problema. Al menos, así lo asegura una encuesta realizada por Arlington Research para Kaspersky a 11.000 consumidores de 13 países.

El estudio también revela que cuatro de cada diez personas mayores de 55 años tienen "dificultades para abordar los desafíos tecnológicos diarios sin ayuda externa". Y ésta suele ser prestada por jóvenes (entre 25 y 34 años, generalmente) de su familia. En concreto, el 74% de los millennials ha ayudado con temas tecnológicos a sus mayores.

Si bien podría parecer que esto se hace de forma desinteresada, ya se han comenzado a dar casos algo más extremos, como la negativa a regalar tecnología o el hecho de que un 9% de los mayores de 55 años haya recurrido al soborno económico para conseguir la ayuda (que, en este caso, pasa de ser altruista a algo más parecido al servicio técnico). El problema es que solo un 12% de ellos pagaría a un profesional por el mismo servicio; la mayoría prefiere la atención de alguien cercano.

Por su parte, los jóvenes comienzan a saturarse y un 23% reconoce haber evitado el contacto con sus familiares para eludir sus peticiones de ayuda, una carga que un 54% siente como una obligación. Y los que la dan no siempre lo hacen por amor, sino también por miedo: un 43% admite sentir preocupación ante la posibilidad de que sus padres "sean estafados online".

Otro factor que incide es que la disponibilidad es prácticamente constante: el 43% de los mayores admite llamar a sus hijos u otros familiares para solicitar su ayuda en remoto.

Aunque sea un trabajo algo sacrificado y, generalmente, no remunerado, hay una contraprestación que muchos pueden preferir, en este caso, al dinero: el 42% de quienes recibieron ayuda admite que, a cambió, invitaron a comer o cocinaron algo especial a su familiar como agradecimiento.

Fuente: IProfesional.