28 abril 2024

Científicos argentinos descubrieron el origen de la rara "epilepsia danzante"

Este raro tipo de epilepsia genera movimientos similares a los de una danza y tras este descubrimiento pudo tratarse al paciente

Un equipo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y profesionales del Hospital El Cruce de Florencio Varela lograron el descubrimiento del origen de un tipo de epilepsia que genera movimientos similares a la danza. Gracias a estudios realizados de forma conjunta en un paciente de 21 años, pudieron detectar en que región del cerebro se produce este síntoma tan inusual.

El trabajo realizado por la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos del Conicet y personal del Hospital El Cruce publicaron su trabajo en la revista científica Epileptic Disorders, describiendo el estudio realizado sobre el paciente con epilepsia refractaria. Esta compleja enfermedad neurológica tiene por característica general la alteración de la actividad eléctrica del cerebro, llamándose "refractaria" por mostrar resistencia a la medicación que requiere el cuadro.

El paciente analizado es paciente del Hospital El Cruce, donde informaron que presenta un conjunto de síntomas inusuales para esta enfermedad, por la que la llaman "epilepsia danzante". Esto por generarse en el paciente movimientos involuntarios que se asemejan a una danza. Este trabajo habría descubierto finalmente el origen cerebral de estos síntomas tan inusuales de la afección, avance que podría lograr una caracterización más detallada de una semiología poco habitual y obtener, así, información útil sobre los circuitos cerebrales que están implicados en su génesis.

Nuria Cámpora, becaria posdoctoral del Conicet y profesional del Hospital El Cruce explicó: "El caso nos llamó mucho la atención porque la forma en las que se manifestaban las crisis era algo poco frecuente: el paciente, un joven de 21 años, realizaba de forma involuntaria algo similar a una rutina de baile, elevando los brazos, haciendo un chasquido con la boca y realizando movimientos rítmicos de la pelvis y el tronco y saltos giratorios. Luego de las crisis, él no recordaba nada, y sin tener formación previa ni interés por la danza o la música, el movimiento era siempre muy parecido".

Además, detalló que "cuando se está frente a un caso de epilepsia refractaria, resistente a la medicación, una alternativa es la cirugía de epilepsia, que consiste en la extirpación de la región del cerebro donde se originan las crisis epilépticas. Para ello, se requieren estudios rigurosos sobre el comportamiento de la señal eléctrica de las neuronas que permitan identificar el lugar exacto".

El equipo de profesionales que trabajaron en el avance para el tratamiento de este tipo de epilepsia refractaria. Foto: Conicet.

 

También agregó que, tras una serie de estudios, al paciente con epilepsia se lo sometió a una videoelectroencefalografía (video EEG), procedimiento que combina el uso de electrodos en el cuero cabelludo y  un registro fílmico del paciente para ver la manifestación física de la activación de señales eléctricas. "La video EEG nos aporta mucha información, pero a veces y por distintos motivos no nos da con precisión cuál es el lugar donde se originan las crisis. En este caso, además, por tratarse de una manifestación tan inusual necesitábamos otro tipo de comprobación, y por eso realizamos una estereoelectroencefalografía (SEEG), en la que los electrodos van dentro del cerebro, ubicados en distintos puntos que nosotros pensamos que podrían ser el origen de las crisis", explicó Cámpora.

La combinación de estos resultados, según informó la especialista del Conicet permitió determinar que los movimientos más complejos que se pudieran evidenciar durante las crisis convulsivas se localizan en la parte anterior del lóbulo frontal; esto sería en la zona de adelante de la cabeza. A pesar que este era el lugar donde el equipo esperaba encontrar su origen, su identificación es un hecho histórico ya que permitió realizar una operación al paciente.

Gracias al descubrimiento pudo realizarse el procedimiento mediante el que extirparon la zona de origen de su epilepsia sin generar afecciones sobre áreas elocuentes, mejorando las crisis epilépticas que pudiera sufrir el paciente a futuro. Desde el Conicet destacaron: "El estudio diagnóstico y terapéutico de la epilepsia en el ser humano, además de mejorar la calidad de vida del paciente contribuye al desarrollo de las neurociencias, aportando conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro".