28 abril 2024

Devaluación y retenciones o una de cal y otra de arena para el agro

Las medidas tienen como principal objetivo la corrección del tipo de cambio oficial y la necesidad de un mayor ingreso de divisas en las arcas del Estado.

El Gobierno explicitó dos de las principales variables que tendrán impacto directo en los márgenes del negocio agrícola y en las expectativas de los productores de cara a la próxima cosecha 2024: el valor del dólar oficial y las retenciones a la exportación, en este último, caso con grandes sorpresas para los productores.

Las medidas tienen como principal objetivo la corrección del tipo de cambio oficial, ahora en niveles de 800 pesos por dólar, si bien la brecha entre comprador ($780) y vendedor ($820) se ubica en 40 pesos por dólar. En el caso de la soja el Gobierno mantuvo las retenciones en el 33% para el poroto y en el 31% para el aceite y para la harina.

Para el caso específico de las exportaciones de granos y oleaginosas, el Gobierno implementó un nuevo régimen de dólar exportador que comprende la combinación del 80% del dólar oficial (más conocido como mercado único libre de cambio) y del 20% del dólar contado con liquidación. Con las paridades de ambos dólares al cierre del miércoles, el dólar exportador quedó próximo a los 840 pesos por dólar. Respecto del nuevo dólar oficial promedio de 800 pesos por dólar se trató de una mejora del 5% en el valor del dólar que reciben los productores.

En estos momentos hay 2,2 millones de toneladas de soja en manos de los productores: 1,5 millones de toneladas son de soja física que pueden ser vendidos en el mercado disponible y 700.000 toneladas que han sido entregadas a fijar y que tienen pendiente la fijación de precio. Este volumen de soja pendiente de ser vendido y de fijación del precio equivale a un ingreso de divisas de US$1200 millones.

El tema central de este análisis es que a medida que pasa el tiempo el precio de la soja en dólares en el mercado de futuro Matba Rofex muestra una clara tendencia bajista. La posición enero se está cotizando a US$343,5 por tonelada y para marzo el precio baja a US$315, entrando en rango de precio de la nueva cosecha.

Estamos ante la historia de la baja anunciada y el productor no tiene mucho tiempo para poder capturar el precio en dólares de enero, a un tipo de cambio de dólar exportador que resulta hoy de 840 pesos por dólar. Estamos viendo, entonces, que el beneficio del dólar agro 80/20 en algún momento futuro, más cercano que lejano, dejará de existir y que el productor habrá perdido la oportunidad de capturar el buen precio y el plus de mejora en el tipo de cambio.

En el caso de las retenciones a las exportaciones, excluida la soja y los subproductos, que mantienen el 33 y 31%, respectivamente, el Gobierno oficializó un nivel de retenciones del 15%. Se trata de un aumento de 3 puntos porcentuales para el caso de trigo y del maíz, que tributaban el 12% antes de conocida la nueva medida.

Si bien esta medida resultó sorpresiva, y hasta el propio secretario de Bioeconomía se enteró por los medios, es un claro ejemplo de la gran necesidad de dólares que tiene el Gobierno, que opta por ir a buscarlos donde los puedan conseguir, esto es, entre los productores agropecuarios.

En el caso del maíz, los productores tienen 1,1 millones de toneladas, de ellos, 700.000 toneladas pendientes de fijar precio y otras 500.000 toneladas físicas, que pueden ser vendidas en el mercado disponible, equivalentes a un ingreso de divisas de US$258 millones. Así, entre soja y maíz hay casi US$1500 millones de potencial ingreso de divisas.

Fuente: La Nación