El Consejo Argentino para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Caidis) advirtió que la tasa de letalidad “es tres veces superior al de la población en general”.
En pleno debate sobre el plan de vacunación, tras la polémica que derivó en la salida de Ginés González García del Ministerio de Salud, el Consejo Argentino para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Caidis) y la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) solicitaron que los nucleados en dicho colectivo sean considerados prioritarios en la campaña para aplicar el fármaco.
Al respecto, desde la entidad explicaron que pese a ser considerados grupos de riesgo, de acuerdo con el cronograma de vacunación “no tienen prioridad inmediata” y advirtieron que “su tasa de letalidad es tres veces superior al de la población en general”.
En ese marco, las entidades indicaron que “en Argentina hay 5 millones de personas con discapacidad, todas con características distintas”, y agregaron que este colectivo “es amplio y heterogéneo: discapacidad visual, auditiva, motora, intelectual”.
Además, detallaron que “en muchos casos la discapacidad viene asociada a una enfermedad de base y en otros no, por lo que son diferencias que deben ser contempladas”.
La resolución 627/2020 del Ministerio de Salud especifica quiénes son consideradas personas de riesgo, y en ella se encuentran las personas con Certificado Único de Discapacidad (CUD). No obstante, desde Caidis remarcaron que “no se advierte que tal consideración sea tenida en cuenta al momento de adoptar decisiones” sobre la aplicación de la vacuna contra el coronavirus.
“Por lo menos no se menciona así en la estratificación de prioridades vacunales que establecen las autoridades sanitarias nacionales, ni tampoco hay mención dentro de los grupos que necesitan reforzar los cuidados”, expresó el titular del Caidis, Daniel Ramos.
Además, Ramos consideró “necesario que se extienda la campaña de vacunación que ya comenzó en las residencias geriátricas, también a las residencias que albergan a personas con discapacidad y posteriormente a los centros ambulatorios de atención a personas con discapacidad”.
