Los vecinos de Barrio Luján muestran preocupación por hechos que se repiten cada vez con mayor frecuencia y que distan de ser resueltos satisfactoriamente para la sociedad.
Sábado, 18 de noviembre de 2017
Siendo las 2:45 de la madrugada, un grupito de cuatro adolescentes (entre ellos, una niña de 14 años) rompieron el cristal de un local -que hace las veces de depósito de un reconocido comerciante que posee su centro de compras justamente enfrente- en la esquina de Ramón N. Poratti y Heredia.
Una vecina que escuchó el ruido ocasionado por la rotura de vidrios se comunicó con el comerciante quien raudamente se dirigió al lugar y dio con los malvivientes (todos menores de edad) quienes llevaban consigo varias botellas de alcohol. Al encontrarse con el propietario del local, abandonaron el botín y emprendieron la huida no sin antes amenazar con un lacónico "si hacés la denuncia, volvemos con fierro", refiriéndose a una posterior visita con armas de fuego.
Alertada la policía, un patrullero se dirigió al lugar de los hechos y comenzó a completar una planilla con todos los datos del denunciante, según éste relató a nuestro cronista. "Les pedí que salieran a buscar a los que me habían roto el vidrio, que eran quienes se escapaban, ya que yo para la papelería todos los días seguiría estando en el lugar, como todos los días del año", contó enojado el despensero.
A pocas cuadras del lugar, en el Barrio Diamantina, según continúa relatando el damnificado, el móvil dio con los precoces malhechores, los cuales reconocieron el hecho, pero ni siquiera fueron subidos al vehículo policial. La indignación producida hizo que el damnificado no realizara la denuncia: "no solo no los llevaron, sino que me pedían todo tipo de datos, como a qué hora abría o a qué hora cerraba mi negocio", finalizó su relato el comerciante que hoy debió llamar a un vidriero y volver a su trabajo sin dormir, después de la mala noche que le hicieron pasar unos muchachitos que ni siquiera subieron a un móvil policial.
OTRO CASO
Mientras nuestro cronista entrevistaba a la víctima, un matrimonio ingresó al local y contó que esta misma noche ingresaron desconocidos por un patio trasero a una vivienda de la calle Heredia al 1500 (a tan solo 300 metros del lugar) robando solo dinero en efectivo.
Y también vale recordar que hace una semana, en la calle Poratti al 2600 se produjo un hecho similar, donde los delincuentes, que ingresaron por una puerta lateral, se alzaron con un televisor.
