Sábado 24 de setiembre de 2016.
En 1963 se construyó el Microestadio en el Club Atlético 9 de Julio, cubriendo un vacío importante y prontamente fue convertido en escenario de recordadas jornadas deportivas del verano.
Hace 7 años, al disminuir su uso por el básquet, volcada su actividad al gimnasio cubierto, lo empieza a utilizar el tenis, que instaló su cancha rápida; y ahora se invierte el proceso: se incrementa la actividad en el gimnasio, por el notable auge que tienen el basquetbol, el patín artístico y el vóley, a los que les falta espacio para crecer, sobre todo a partir de la inauguración del piso de madera en mayo del año pasado. Siendo, además, consideradas las dificultades que tenía el tenis para poder mantener en forma un piso tan costoso, afectado por las inclemencias del tiempo, al aire libre.
Por eso, mientras a mediados del año pasado se organizaba la jornada inaugural de las obras millonarias realizadas en el gimnasio, ya se hablaba de la construcción de otro gimnasio, en este caso, en el Microestadio, contando con el apoyo del tenis que en un gesto de solidaridad entendió que se trataba de un proyecto superador y por eso dio el visto bueno a la obra, que, hechos los estudios correspondientes, en julio tuvo su anuncio, con todos los detalles técnicos y financieros de la obra y en breve, la empresa Vaira comenzó con las tareas metalúrgicas, las que ya se encuentran en su tramo final, con la colocación de las chapas.
Se termina así la primera etapa; agradeciendo a todos los que han colaborado con esta obra y se proyecta entonces la segunda etapa, por eso va a seguir siendo necesario el aporte de los asociados y allegados, existiendo ya una suma muy importante comprometida.
