25 abril 2024

PARROQUIA CON "HELADERA COMUNITARIA"

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Martes 6 de setiembre de 2016.

Una heladera comunitaria que reparte a diario casi cincuenta viandas, funciona en la parroquia San Carlos Borromeo de la ciudad de Bolívar, con aportes de restaurantes, rotiserías y particulares, y gestionada por un grupo de colaboradores del templo. La iniciativa acude en ayuda de gente con necesidades básicas insatisfechas, y se basa en la observancia de que “el número de gente que pide una ayuda para comer, está aumentando”, según señaló uno de los ideólogos de esta alternativa, padre Lisandro Víttola.

La heladera comunitaria, popular o social opera en París, Francia (la semilla original nació en un restorán de la ‘ciudad luz’), y en otras ciudades y países del mundo, incluso en Argentina hay una en Tucumán.

“En una reunión con curas hace un tiempo, hablábamos sobre la pobreza y los pobres, sobre cómo está aumentando el número de gente que pide una ayuda para comer. Yo observé que en otros países funciona la heladera popular, comunitaria o social, que así se denomina este proyecto según el lugar”, y de tal modo surgió la idea de replicar la iniciativa aquí, bajo el nombre de heladera comunitaria. “Adriana Junco hace tiempo que me decía que teníamos que hacer algo, no sabíamos bien qué, hasta que a mí se me ocurrió esta idea y así empezamos”, relató Víttola al diario "La Mañana" de Bolívar.

La heladera está en la parroquia. Distribuye comida de lunes a viernes, de 10 a 12 horas. Los alimentos se pueden acercar a lo largo del día, a la noche un grupo de mujeres organiza las viandas para la jornada siguiente al tiempo que sale a solicitar una colaboración a restoranes y rotiserías (varias firmas ya están aportando), relató Víttola.

Las viandas son de comidas elaboradas. Desde la parroquia se ha invitado en las misas de los últimos fines de semana a toda la población a donar porciones de comida, de modo de nutrir la heladera. Por su parte, las colaboradoras y colaboradores del templo preparan durante las noches y en sus hogares los menús a distribuir, a partir de las materias primas que consiguen. A los restoranes y rotiserías, además, se los ha invitado -por carta y mediante visitas personales- a que incluyan en sus adiciones una porción solidaria optativa, para los que gusten pagar y colaborar con la heladera.