25 abril 2024

A LA UNIVERSIDAD, SIN EXAMEN

El Senado sancionó la reforma de la Ley de Educación Superior, que establece el acceso a la universidad como "libre e irrestricto".
Senado de la Nación Argentina
Senado de la Nación Argentina

Domingo, 1 de noviembre de 2015

Se terminaron los exámenes de ingreso a la universidad. Así lo dispone la reforma a la Ley de Educación Superior (LES) sancionada el miércoles por la noche en el Senado, que también garantiza la gratuidad de los estudios de grado en las instituciones públicas.
Los dos principales artículos de la Ley 24.521, sancionada en 1995, modificados por el proyecto presentado por la diputada del Frente para la Victoria Adriana Puiggrós son el segundo, sobre la gratuidad de la educación universitaria, y el séptimo, sobre los "exámenes eliminatorios".
En cuanto a este último, la norma -que había recibido media sanción en Diputados en 2013- establece el acceso a la universidad como "libre e irrestricto", es decir que se prohibirán los "exámenes eliminatorios" u "otros mecanismos de exclusión".
"Todas las personas que aprueben la educación secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el nivel de educación superior", dice el artículo 7.
Por otro lado, en el artículo 2° queda explicitado que "el Estado Nacional es el responsable de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de las Universidades Nacionales, así como la supervisión y fiscalización de las Universidades Privadas".
A su vez, garantiza que sean "las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las responsables de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización" de los Institutos de Formación Superior de sus distritos y casa de altos estudios provinciales.
Además, el incorporado artículo 2 bis establece la "prohibición de establecer cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel o tarifa" sobre las carreras de grado en las universidades públicas.
Por otro lado, por la nueva ley, cada universidad podrá definir los requisitos que deben cumplir los estudiantes para ser alumnos regulares.
Hasta ahora, en las universidades con menos de 50.000 alumnos, debían aprobar como mínimo una materia por año y en algunos casos dos.