3 mayo 2024

$5 millones de recompensa por el paradero del asesino del peluquero en Recoleta

El hombre acusado por matar a sangre fría al colorista Germán Medina aún se mantiene prófugo desde hace un mes.

 

Luis Abel “Abelo” Guzmán, el peluquero de 43 años que asesinó a sangre fría a su compañero Germán Medina el pasado 20 de marzo, que trabajaba como colorista en el mismo local ubicado en el barrio de Recoleta, está prófugo desde hace más de un mes.

En medio de la conmoción provocado por el brutal homicidio ocurrido frente a sus compañeros, Ministerio de Seguridad emitió una alerta de búsqueda y ofreció la suma de 5 millones de pesos como recompensa para quien aporte datos que permitan localizarlo.

“Desde el Programa Nacional de Recompensas de este Ministerio, colaboramos con las autoridades de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires para localizar a Luis Abel Guzmán, prófugo y asesino de Germán Medina, peluquero que fue asesinado en el barrio porteño de Recoleta”, indica el comunicado emitido desde la cartera liderada por Patricia Bullrich.

El monto ofrecido apunta a quienes aporten “datos útiles que permitan lograr la detención” de Guzmán, sobre quien pesa un pedido de captura nacional e internacional desde el 21 de marzo, un día después del homicidio. Cualquier denuncia que pueda ser de interés se puede hacer de forma anónima a través de la línea 134.

El fatal ataque ocurrió alrededor de las ocho de la noche del miércoles 20 de marzo en un salón de belleza ubicado en la calle Beruti al 3000.

Mientras los empleados tomaban una cerveza cuando ya habían terminado la jornada de trabajo, Guzmán tomó un arma de fuego y le disparó en la cabeza a Germán Medina (33), quien trabajaba como colorista al igual que él.

Después de ejecutar a su compañero en presencia del dueño de la reconocida peluquería, el asesino escapó por una de las ventanas del local, que abrió previamente “Charly” Azorín, el encargado del salón, quien fue testigo del asesinato.

Según se supo días después, el agresor también persiguió a Verdini dentro del local. Es que, en otras imágenes, correspondientes a un sector de la peluquería que no es el del salón donde le disparó a su compañero, sino un cuarto donde hay capas, productos y elementos de los trabajadores, se lo vio al dueño entrar corriendo y esconderse detrás de una puerta.

Agazapado, en un momento se asomó e instantes después volvió a esconderse. Ahí entró en cuadro Guzmán, empuñando la pistola. Según lo que se puede distinguir en las imágenes, al no encontrar al dueño de la peluquería, desistió de perseguirlo y volvió al sector principal del local para huir.