Desde 1972, el 31 de marzo se conmemora el Día Nacional del Agua con el objetivo de despertar una conciencia sobre la importancia, el uso y el aprovechamiento de los recursos hídricos del país.
El agua es un recurso renovable, limitado, frágil y vulnerable. Solo el 3% del agua del mundo es dulce, es decir, apta para el consumo humano.
Las presas, diques y embalses del país cumplen diferentes propósitos, entre ellos se pueden mencionar: proveer agua para el consumo tanto humano como industrial, transformar en áreas cultivadas aquellas regiones que eran verdaderos desiertos, atenuar los riesgos producidos por crecidas, producir electricidad a partir de la energía hidroeléctrica –energía limpia y renovable-, y promover el turismo y esparcimiento a través del uso recreativo de los embalses. El uso conciente y la racionalización del agua son fundamentales para la vida.