Desde los principales balnearios anuncian que las tarifas se dolarizaron y algunos se rehúsan a dar precios para pagar la temporada completa, atentos a la crisis económica.
Como es tradición, en septiembre se siembra la semilla de la temporada de verano marplatense, donde paulatinamente los balnearios comienzan a instalar las carpas y reacondicionar sus instalaciones. Desde el día de la primavera comenzarán a clavar las primeras estacas amarillas y a colgar los primeros toldos de las unidades de sombra. Lo que cuesta determinar, más que nunca, son los precios.
A través de correos electrónicos, Whatsapp y en redes sociales los concesionarios invitan a los interesados a pasar por las oficinas o comunicarse de forma telefónica: allí se dividen entre los que dolarizaron sus tarifas o los que directamente se niegan "por el momento" a ofrecer valores para reservar la temporada completa.
Marplatenses y turistas mostraron su malestar -en medidas similares- por las nuevas determinaciones que los empresarios del sector argumentan en la crisis económica, la devaluación de agosto pasado y la incertidumbre por las elecciones generales, con eventuales tarifazos para lo que resta del año.
Aún los que definieron sus tarifas buscan darlas a sus clientes habituales y de forma telefónica o por audios de Whatsapp, ya que no quieren que se conozcan públicamente y para no generar malestar en la sociedad. "Una captura y ya te escracharon", grafica un empresario histórico. Los precios se mueven de forma pendular del norte al sur de la ciudad, pasando el Faro se encuentran los balnearios más caros donde se puede alquilar una carpa por más de un millón de pesos, con cochera y servicios premium.
Desde los 700 mil pesos puede alquilarse una carpa en la zona norte, en el tramo que conecta a la ciudad con las playas de Santa Clara del Mar. En Punta Mogotes es levemente más barato, partiendo desde los 600 mil. El umbral es tan grande que sembró incógnitas en la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y Afines (Cebra), que postergó los anuncios de precios de referencia que muchas veces coincide con la preventa que comenzó el viernes pasado.
El temor de muchos clientes habituales es un efecto similar al de los alquileres de inmuebles que hizo que muchos los retiraran del mercado estándar para darles mayor rentabilidad por día. "No quisieron tomarme una reserva por la temporada ni pasarme precios, creo que especularán y alquilarán solo por día o semana", graficó una mujer que alquila históricamente con su familia en la zona del Faro, en diálogo con MDZ, ofuscada por "algo que no se vio nunca".
Ni promociones ni cuotas sin interés
Las promociones son únicamente por pago en efectivo. En la zona de La Perla una carpa al contado asciende al millón de pesos y una sombrillas unos 800 mil pesos. Un escenario que hace ver como prehistórico hace dos y tres años atrás cuando las carpas y sombrillas se podían endosar a los beneficios del programa Previaje. "Los precios podrán sufrir modificaciones sin previo aviso", advierten en los balnearios y pasan presupuestos con vigencias mensuales en el mejor de los pronósticos.
Por su parte, los que se niegan a poner precios advierten que "el riesgo es muy grande; podés congelar una tarifa y terminar perdiendo". Por eso muchos optaron por dolarizar sus tarifas como ocurrió en Helena Beach, al sur de la ciudad, donde se ofrecen alquileres de carpas por temporada a US$1.500 hasta el 30 de septiembre y renovarán su oferta de suites para pernoctar a pasos del mar. Pero para eso todavía no fijaron precios.
Casi todos los balnearios cuentan con sus restaurantes y piletas. A contrareloj, comenzaron los arreglos y en algunos casos el reemplazo de las piscinas, como se ve en la zona de Varese. Allí uno de los balnearios ofrece la carpa a un millón al contado y la sombrilla a $940.000, mientras que una cochera cubierta ronda los 300 mil pesos.
Punta Mogotes es una de las zonas más económicas: la carpa sale $600.000 si se paga de contado en una vez. La otra alternativa es abonar en cuatro cuotas, pero el precio sube a $700.000. En enero, alquilar una carpa costará $4.500.000 al contado o $550.000 en cuotas. En febrero, el precio baja a $360.000 en un solo pago.
En Playa Grande, uno de los balnearios ofrece la carpa a $1.200.000 y la sombrilla por $1.000.000. "Ofrecemos el pago con tarjeta de crédito hasta en 12 cuotas con un interés del 66%", promocionan. Alquilar una carpa durante todo el mes de enero cuesta $780.000 y la sombrilla $660.000.
En el sur, la zona más exclusiva de Mar del Plata, un conocido balneario de El Faro alquila la carpa a $1.100.000 durante toda la temporada y se ofrece la posibilidad de pagarla hasta en cuatro cuotas, pero el precio aumenta a $1.300.000.
La cuenta pendiente sigue siendo la accesibilidad, que desde el Ente Municipal de Turismo (Emtur), aseguran que tendrá mejoras respecto al año pasado. El paso del Enduro de Invierno, donde cientos de motociclistas condujeron por circuitos en las playas más concurridas permitió que se puedan realizar obras para sumar arena y garantizar una mayor superficie del espacio público.
Los departamentos no se quedan atrás y también dolarizaron
Los alquileres de departamentos para la temporada también quedaron empantanados por esta situación y desde el Colegio de Martilleros local indicaron que para fines de septiembre o comienzos de octubre anunciarán los valores de referencia para el verano, aunque muchos propietarios ya tasaron sus propiedades en dólares.
Una casa de cuatro ambientes en Sierra de los Padres cuesta 150 dólares por día, con un mínimo de estadía de tres noches; más cerca del mar, en Chapamalal se incrementa unos 50 dólares más y en la zona de Playa Grande podría ascender a unos 250 o 300 dólares para casas donde podrían alojarse cómodamente dos familias o un grupo numeroso de amigos. Para las parejas pueden conseguirse otras opciones por menos de 100 dólares.
A la hora de detallar las opciones de pago, la mayoría opta por recibir los billetes norteamericanos o atarse a la cotización del dólar blue de la fecha. En el sector también miran de reojo que políticas se tomarán en otras localidades costeras porque tras la escalada del dólar blue, la competencia entre los destinos de playa será mayor a otras temporadas.
Nadie duda que Mar del Plata será una de las ciudades más visitadas de la temporada pero se avecina otro aluvión de visitantes que no dejará un gasto que conforme al sector hotelero, gastronómico ni al tercer sector de la economía local, que promovió distintas críticas a los cambios de tendencias en el consumo.
