La compañía encontró la fórmula para que pueda seguir vigente la presencia del animal icónico entre los chicos de las familias.
A un año de que se implemente la Ley de Etiquetado Frontal, que fue sancionada en octubre de 2021 y que generó tanta controversia y polémica entre los empresarios de alimentos, una marca logró revertir un cambio clave que había sufrido luego de la efectivización de la norma. Se trata de Nestlé, que había tenido que sacar del Nesquik al conejo Quicky porque este incumplía con algunos ítems, pero ahora pudo hacerlo volver y la ilustración del animal volvió a ocupar un lugar en las góndolas.
No hay truco ni estrategia de marketing. Sencillamente, Nestlé desarrolló una receta del chocolate para leche sin azúcar, que cumple con lo establecido dentro de los parámetros de salubridad de la ley. Eso implica que el conejo pueda sobrevivir, no como, por ejemplo, el famoso tigre de los cereales.
La Ley de Etiquetado Frontal tiene como objetivos "garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada, dar información nutricional comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas para resguardar los derechos de las y los consumidores", "advertir sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías" y "prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades crónicas no transmisibles".
En este contexto está prohibido que se incorporen en los envases "personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, la entrega o promesa de entrega de obsequios, premios, regalos, accesorios, adhesivos, juegos, descargas digitales o cualquier otro elemento. Son personajes infantiles, los personajes dirigidos a niños, niñas y adolescentes, donde participen actores humanos o actrices humanas, y los dibujos animados, personajes con licencia o caricaturas de cualquier origen y en cualquier técnica de animación. Son celebridades los actores o actrices, músicos o músicas e influencers de redes sociales" como así también "la participación o promesa de participación en concursos, juegos, eventos deportivos, musicales, teatrales o culturales, junto con la compra de productos que tengan al menos un nutriente crítico en exceso que inciten, promuevan o fomenten el consumo, compra o elección del producto".
Esto hizo que Qicky, el conejo de Nesquik, después de décadas como personaje de la marca desapareciera de los envoltorios hasta poco tiempo atrás, cuando volvió con fuertes anuncios en cartelería urbana. Su regreso fue posible porque Nestlé "desarrolló una nueva receta con menos azúcar que se suma a su actual portfolio de la marca en dos presentaciones: en polvo y lista para tomar. Esta nueva receta fue especialmente pensada para acompañar el crecimiento y la nutrición de los chicos (...) y a través de este nuevo producto el icónico conejo aliado de los padres para que los chicos tomen leche continuará estando presente en las góndolas argentinas", señalaron desde la compañía.
Para la marca era importante que el conejo estuviera en las etiquetas ya que "acompañó a niños y niñas en los momentos más importantes de sus vidas y lleva más de 60 años en Argentina", indicaron. Además, explicaron que "Quicky tiene un rol muy importante para Nesquik. Es el aliado de los padres para que los chicos tomen leche, y quien busca generar interés en ellos sobre temas como nutrición, estilo de vida activo, sustentabilidad y pensamientos positivos. El icónico conejo se convirtió en la imagen de la marca a nivel mundial hace más de 30 años y actualmente es reconocido por alrededor de 9 de cada 10 niños".
Esta es la primera prueba conocida sobre estrategias de compañía para convivir con la esencia de sus valores y la norma vigente que, de acuerdo a datos del Mapa Normativo del Etiquetado Frontal en Argentina, lleva un avance del 63,3% de los aspectos normativos necesarios para su implementación.
