19 marzo 2024

"7 de Oro": Un productor de Salto ya perdió más de 50 animales

En solo 24 horas, Marcos Mathé perdió 54 bovinos y ovinos por culpa del escarabajito 7 de Oro y su rodeo sigue sufriendo bajas. “Hay animales caminando con los ojos desorbitados”, relata.

Desde la primera alerta emitida por el INTA Balcarce en torno al peligro que significa este año de sequía el insecto 7 de Oro –Astylus atromaculatus- para bovinos, equinos y ovinos, se suman casos de productores afectados por este pequeño escarabajo. Pero pocos han tenido la envergadura de lo que le sucede al productor Marcos Mathé, que directamente se siente sumergido en una tragedia. “Sabíamos del 7 de Oro pero lo que nadie sabía era el umbral de daño. La situación es más grave de lo que la gente cree”, dijo en una charla con Bichos de Campo.

En este año de notable escasez de lluvias, con faltante de pasto y también pérdidas de cultivos, hay una proliferación enorme de 7 de Oro sobre los cultivos de alfalfa. Al igual que lo hicieron otros productores, este ganadero de Salto, en la provincia de Buenos Aires, comenzó a racionar la oferta de alfalfa y a ofrecerla a sus animales de forma picada. A pesar de ello, el pasado viernes 27 de enero Mathé se encontró con un panorama desolador.

“Teníamos animales pastoreando. De un día para el otro se cayeron 26 novillos y 28 ovejas. A la fecha llevamos un daño total de 65 bovinos entre novillos y vaquillonas, número que todavía está aumentando. Se van muriendo todos los días entre 4 y 5 animales. Fue un primer impacto y ahora las muertes siguen como por goteo. En 50 años jamás vi esto”, señaló el productor.

Las necropsias realizadas por el veterinario de la empresa y un posterior contacto con especialistas del INTA Balcarce determinaron que los animales tenían “el aparato digestivo destrozado y los intestinos llenos de mucosa”.

Mathé no duda en contar su caso como modo de advertencia a otros ganaderos. “Por lo que pudimos averiguar el impacto de la toxina se desarrolla entre el día uno y el siete. Esto es consecuencia de la sequía histórica. Lo único que nos venía salvando era el cultivo de alfalfa. Hoy en día hay miles de estos insectos por metro cuadrado. Para que te des una idea, entran a un cultivo y en cuatro días no te queda una flor, las comen todas. Ahora tengo alfalfa de un metro en 200 hectáreas y no la puedo tocar”, lamentó Mathé.

Esto llevó al productor a modificar la dieta y a suministrar a sus animales silo de maíz, aunque afirma que se enfrenta al desafío de poder garantizar ese alimento en el tiempo. “La reserva forrajera de todo el mundo está agotada. Para que te des una idea, un silo de maíz que yo hoy tendría en enero lo tendré a fin de marzo. ¿Qué pasará en estos dos meses?”, se preguntó.