3 mayo 2024

Científicos hallaron el árbol más alto de la selva del Amazonas

Se trata de la especie "Angelim Vermelho" que mide 88,5 metros de altura y 9,9 metros de diámetro. Fue encontrado al norte de Brasil, en el Amazonas.

Después de tres años de planificación y cinco expediciones, un equipo de científicos alcanzó el árbol más alto jamás encontrado en la selva del Amazonas, un espécimen imponente del tamaño de un edificio de 25 pisos.

El árbol gigante, cuya copa sobresale por encima de la Reserva Natural del Río Iratapuru, en el norte de Brasil, es un “Angelim Vermelho” que mide 88,5 metros de altura y 9,9 metros de diámetro.

Los investigadores descubrieron este árbol por imágenes de satélite en el 2019, como parte de un proyecto de mapeo en 3D y lo consideraron como “el más grande jamás identificado en el Amazonas”.

Un equipo de académicos, ambientalistas y guías locales montaron una expedición para intentar llegar a él ese mismo año. Pero después de una caminata de 10 días a través de terrenos difíciles, exhaustos, con pocos suministros y con un miembro del equipo que se enfermó, tuvieron que regresar.

Después de tres expediciones a la remota región del Valle de Jari de la Reserva, ubicada en la frontera entre los estados de Amapá y Pará, llegaron a varios otros árboles gigantes, incluido el árbol de nuez de Brasil más alto jamás registrado en el Amazonas, de 66 metros.

Según el ingeniero forestal Diego Armando Silva, de la Universidad Federal de Amapá, quien ayudó a organizar el viaje, “esta experiencia fue una de las cosas más hermosas. Simplemente divino”.

"Estás en medio de este bosque donde la humanidad nunca antes había pisado, con una naturaleza absolutamente exuberante”, agregó.

Los árboles gigantes de esta zona pesan hasta 400 toneladas, de las cuales aproximadamente la mitad es carbono absorbido de la atmósfera, fundamental para ayudar a frenar el cambio climático, dice Silva. Pero a pesar de su lejanía, los gigantes de la región están bajo amenaza.

La madera de angelim vermelho es muy apreciada por los madereros, y la reserva de Iratapuru está siendo invadida por mineros de oro ilegales, famosos por provocar la destrucción ecológica, dice Jakeline Pereira, del grupo ecologista Imazon, que ayudó a organizar la expedición.