3 mayo 2024

Es el Día del Psicomotricista

Cada 28 de julio se celebra a nivel nacional este día para reconocer la labor de estos profesionales de gran importancia en la recuperación de pacientes.

La psicomotricidad es la disciplina que estudia el cuerpo y sus manifestaciones desde una visión global. Observando a los pacientes, entendiéndolos y dándole sentido a las señales del cuerpo. Su objetivo principal es estimular el desarrollo armónico y el sostenimiento físico y emocional de la persona.

 

El 28 de julio se celebra en Argentina el día de la psicomotricidad. La fecha refiere al día en que recibió su certificación Dalila Molina de Costallat, pionera y fundadora de la disciplina en nuestro país.

Cada vez más profesionales de la medicina, como neurólogo y pediatra, derivan a niños y niñas a los espacios de psicomotricidad, ya que se comprueba su eficacia en el abordaje de las problemáticas infantiles, por contemplar e intervenir de manera global sobre la persona. La población que asiste a tratamiento de psicomotricidad es muy diversa y se interviene a partir de la necesidad individual, diseñando un plan de tratamiento pensado en cada caso, que incluye asistencia y acompañamiento a la familia.

¿Qué es la psicomotricidad?

La palabra “psicomotricidad”, está compuesta por el prefijo “psico” haciendo referencia al psiquismo, el área de las emociones, la afectividad de una persona; y “motricidad” abarcando el área motriz, específica del cuerpo en movimiento.

Esta disciplina tiene una mirada integral del sujeto, tomando como objeto de estudio el cuerpo en los procesos de comunicación y aprendizaje, en campos de intervención tanto terapéutico, como educativo y socio-comunitario.

Su práctica profesional está enfocada en el cuerpo y sus manifestaciones: la tonicidad muscular, la coordinación, el equilibrio, la gestualidad, motricidad fina y motricidad gruesa, los modos de expresión y comunicación, las emociones;

La ciencia comprueba que todos nacemos con una carga genética, propia de los procesos biológicos, que nos aportará rasgos, gestos y comportamientos específicos, aunque cada ser humano experimentará su desarrollo de una manera diferente y eso impactará en la forma en la que nos movemos y expresamos. Los psicomotricistas intervenimos sobre el cuerpo que se construye a partir de la vinculación con otros, con las miradas, la voz, los gestos, el sostén. El abordaje de la disciplina puede aplicarse a lo largo de todo el desarrollo vital de una persona y se interviene a partir de técnicas como el juego corporal, actividades

grafoplásticas, la relajación y la narración entre otras.

La formación del psicomotricista requiere un trabajó universitario, práctico y teórico, incluyendo procesos de constante actualización y autoconocimiento, con el objetivo de estar disponibles corporalmente y contar con empatía tónica para recibir y abordar el cuerpo del otro.

En mi experiencia actual, el tratamiento de psicomotricidad es en consultorio con niños y niñas que presentan dificultades en el manejo y organización de su cuerpo, operando a partir de planes de trabajo diseñados para habilitar juegos y experiencias gratificantes que brinden una calidad de movimiento óptima para adquirir diferentes aprendizajes. Por ejemplo, en un aprendizaje como la escritura, es necesario que el niño haya adquirido los requisitos previos como identificar y reconocer partes de su cuerpo, controlar su postura y fuerza de mano y dedos, coordinación del movimiento de la mano y el ojo, desarrollar su mano hábil, orientarse en tiempo y espacio.

La oportunidad de que cada persona pueda tomar conciencia y registro sobre su propio cuerpo, sus límites, poder organizar sus experiencias en espacio y tiempo, explorar y registrar vivencias con el entorno y con los otros, reconocer sus deseos y expresar sus emociones, posibilitará la autonomía necesaria para desenvolverse de manera competente y acceder a una mejor calidad de vida.

Inés Merlo. Lic en psicomotricidad. M.P. 116277

@psicomotricidad.soy