Desde la década de los 90, la investigación científica ha corroborado que las nueces tienen una composición única de nutrientes esenciales que ayudan a prevenir las enfermedades del corazón, reducir el colesterol y, mejorar la función arterial.
Las nueces son el único fruto seco con una cantidad significativa de ácidos grasos Omega 3, esenciales para la salud y que el cuerpo humano no puede producir. Además, las nueces son también una fuente de vitamina B6, ácido fólico, fósforo, magnesio y cobre. También son ricas en proteínas y fibra.
Los resultados obtenidos hasta el momento del mayor estudio sobre dieta mediterránea, el PREDIMED, indican que la dieta mediterránea, suplementada con frutos secos, básicamente nueces, reduce la presión arterial, el nivel de lípidos y de glucosa en sangre, y la inflamación, además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que intervienen en las enfermedades del corazón.
Obtenidos estos resultados, el Dr. Ramón Estruch, coordinador general del PREDIMED; confirma que “es fácil prever que, a la larga, los participantes que siguen la dieta mediterránea suplementada con frutos secos mostrarán una reducción del 50% en la incidencia de complicaciones cardiovasculares”.
